por Alejandro Cejudo
[av_dropcap1]¿[/av_dropcap1]Quién iba a decir que habiendo tantos videojuegos de última generación íbamos a seguir utilizando títulos de hace treinta años? Efectivamente, lo retro está de moda y el mundo de los videojuegos no es la excepción.
La mayoría de consumidores de videojuegos tienen alrededor de treinta años. Yo me incluyo en este público y como muchos otros, nos iniciamos en este tipo de entrenamiento en la más tierna infancia. Lo que quiere decir que personas que ya tienen un poder adquisitivo y que, en principio, son independientes económicamente, pueden invertir en este hobby que hasta entonces había sido demasiado caro para un adolescente.
Hace más de veinte años, las primeras consolas y ordenadores empezaron a instalarse en nuestros hogares. Por entonces este tipo de entretenimiento no estaba tan bien visto y no era tan común como ahora. Si no eras tan afortunado para tener un equipo propio, al menos podías probar este extraño divertimento en casa de un amigo o un primo. Por lo tanto, no somos pocos los que recordamos entrañables experiencias de la mano de los videojuegos.
El caso es que, por razones económicas o sentimentales, se está consumiendo mucho producto que podemos denominar “retro”. La industria del videojuego lo sabe y está apostando claramente por esta corriente en diversas modalidades.
Por un lado, tenemos las sagas “clásicas”, muchas de ellas están celebrando aniversarios de en torno a veinticinco años. Por su calidad han conseguido sobrevivir a los altibajos del sector y seguir siendo líderes en ventas. Estamos hablando de nombres tan conocidos como Super Mario Bros., Zelda o Street Fighter. Esos juegos no son estrictamente retro porque se han desarrollado en la actualidad, pero sus personajes son tan icónicos que han perdurado y están dirigidos tanto a jugadores nuevos como a los de toda la vida.
Las reediciones, remasterizaciones o remakes están a la orden del día. No hay semana que no haya varias noticias de juegos antiguos que hayan vuelto a editar en una edición especial, que los hayan vuelto a sacar aumentando su resolución o que directamente lo hayan rehecho desde cero para crear una obra adaptada a los paladares de hoy. Por supuesto, estas adaptaciones se hacen específicamente en títulos que han sido exitosos en su momento y por lo tanto son buenas opciones de adquisición.
Otro fenómeno relativamente nuevo es la vuelta de las consolas antiguas adaptadas a nuestra época. La NES y SNES de Nintendo tienen su versión compacta y con un amplio catálogo de videojuegos preinstalados en su memoria, además de alimentación por USB y conexión HDMI. Una opción muy buena para los nostálgicos que echaban de menos sus inicios y que quieren volver a jugar o bien para aquellos que no tuvieron la oportunidad de jugar a todos los títulos.
Y por último en esta enumeración, podríamos citar juegos modernos pero que recuperan muchos de los elementos retro. La estética pixel-art es el recurso más directo y a primera vista nos puede trasladar directamente a los noventa. Es curioso que también este estilo visual se ha contagiado a otros sectores como la publicidad o el cine. Pero también hay otros elementos como mecánicas de juego (el típico juego de plataformas) o incluso narrativas.
En definitiva, tanto si eres un jugador veterano como si llegas de nuevas, los juegos inspirados en lo retro son un valor seguro puesto que el tiempo ha ido separando los títulos buenos del resto. Y siempre es buen momento para redescubrir esos títulos que nos han hecho pasar tan buenos ratos.