por Alejandro Cejudo
Los juegos de Fumito Ueda tienen un sello personal. Como jefe del Team Ico, Ueda ha creado tres juegos que comparten ciertos rasgos y que han generado un estilo reconocible y muy querido por sus seguidores. Una prueba de su calidad es que han sido remasterizados y recibido remakes desde su estreno, para las diferentes plataformas de Sony.
Revisemos tres juegos que ha hecho:
[av_dropcap2 color=”default” custom_bg=”#444444″]1[/av_dropcap2]Ico no fue un éxito en ventas, sin embargo fue aclamado por la crítica e influyó en juegos posteriores. El videojuego trata de un un niño que nace con cuernos y por ello es encerrado en una fortaleza. Allí conoce a Yorda, una niña que va a ser sacrificada para alargar la vida de la reina del castillo. Ambos tendrán complementar sus habilidades para zafarse de los enemigos e ir resolviendo los diferentes rompecabezas para escapar de su encierro.
[av_dropcap2 color=”default” custom_bg=”#444444″]2[/av_dropcap2]En Shadow of the Colossus, su segundo juego, tenemos que manejar al protagonista, Wander, que tiene que derrotar a varios gigantes con la intención de devolver la vida a su pareja fallecida. Tendremos la ayuda de su caballo para trasladarnos por un territorio prácticamente deshabitado hasta encontrar a los colosos y vencerlos con diferentes estrategias.[av_dropcap2 color=”default” custom_bg=”#444444″]3[/av_dropcap2]The Last Guardian fue el tercer y más esperado de los tres títulos debido a las expectativas creadas con los juegos anteriores y los continuos retrasos que sufrió en su desarrollo. En él, un niño ha sido secuestrado en extrañas circunstancias. El joven se encuentra con Trico, una bestia de gran tamaño con la que tendrá que convivir para poder salvar diferentes retos de plataformas y rompecabezas. Este compañero tendrá gran protagonismo en la mecánica que, aunque no lo controlemos directamente, será igual de importante que el humano.
Seguramente todos los aficionados a los videojuegos conocen en menor o mayor medida los tres juegos pero, ¿cuáles son esas características que los hacen tan especiales? Podemos analizar algunas de ellas con el fin de entender mejor la forma de diseñar de Fumito Ueda y su equipo. Para empezar, no cuentan una historia de la manera tradicional. En vez de plantear un extenso trasfondo y dejarlo todo claro desde el principio, recurren a lo que el autor denomina “diseño sustractivo”, que significa eliminar todo el contenido que no es estrictamente necesario para el desarrollo del argumento. Esto nos permite dejar volar nuestra imaginación en mayor medida.
En su trayectoria siempre nos plantea una especial relación de respeto y reflexión con la naturaleza y sus habitantes. Los animales son una parte fundamental en dos de los juegos: el caballo es el compañero inseparable de Wander y Trico será nuestro aliado fundamental en The Last Guardian. En Shadow of the Colossus, supuestamente tendremos que derrotar a los colosos. Sin embargo, una vez derrotados, nos queda una sensación agridulce puesto que en realidad no parecían criaturas malvadas que hubiera que erradicar.
Otro rasgo que comparten los juegos es el trabajo en equipo con otro personaje. No todo podemos lograrlo solos y en estas historias tendremos que apoyarnos en un compañero que tiene habilidades que nosotros no tenemos y viceversa. Además, se reflejará completamente en el diseño de los niveles.
Otra característica, si bien no estrictamente una virtud, es el control de los personajes. A menudo será complicado ejecutar correctamente un salto o nos caeremos constantemente cuando queramos escalar. Para algunos un error jugabilidad pero, según otras opiniones, es un reflejo más realista de lo que ocurre en la realidad, simulando aleatoriedad y fragilidad.
Se podrían enumerar algunos rasgos más; eso sin haber mencionado el apartado visual tan evocador y una banda sonora que refuerza constantemente las sensaciones. Quizá para algunos no sean juegos ideales puesto que no son tan instantáneos y divertidos como otros. Sin embargo, son experiencias que se quedan en la memoria y amplían la experiencia más allá del juego, como en las grandes obras de arte. Aunque si un videojuego es “arte” o no es objeto de otra reflexión a la que volveremos en otro momento.