por Paty Rodríguez
[av_dropcap1]H[/av_dropcap1]ace tres meses, la legendaria banda de metal progresivo emocionó mucho a sus admiradores con un teaser que anunciaba el lanzamiento de su nuevo álbum, el cual estaría disponible a partir del 22 de febrero. Pues bien, la espera ha terminado y ahora podemos escuchar por completo Distance Over Time, el 14° disco de estudio de Dream Theater.El álbum será promocionado con una gira del mismo nombre, que iniciará el 20 de marzo en San Diego, Calilfornia; en ella, también se conmemorarán los 20 años del exitoso LP, Metropolis Pt.2 Scenes From a Memory.
The Astonishing, el álbum conceptual que precede al nuevo Distance Over Time y que Dream Theater presentó hace ya tres años, generó una notable polarización entre los seguidores de la banda: unos amaron la historia y el sonido del material, otros criticaron la música por “alejarse de la esencia del metal” y encontraron mediocre y malograda la temática distópica del álbum.
Debido en gran parte a la recepción que tuve este álbum, el lanzamiento de su sucesor estuvo lleno de expectativas y opiniones encontradas, entre quienes estaban emocionados por escuchar más de su banda favorita y los que habían quedado decepcionados y no tenían muchas esperanzas.
Sin embargo, Distance Over Time fue presentado por la banda como un álbum que atraparía por completo a quien lo escuchara. Cuando Dream Theater anunciaba el lanzamiento del álbum, John Petrucci, a cargo de la producción del nuevo material, expresó el objetivo de Distance Over Time: “crear el álbum de Dream Theater con el mejor sonido para que los escuchas puedan simplemente dejarse envolver por la música”.
Después de escuchar el nuevo lanzamiento, me atrevo a decir que ese objetivo del que habló Petrucci se cumplió.
El sencillo que fue lanzado el pasado 7 de diciembre, “Untethered Angel”, es la pieza inaugural del álbum. La música escala en intensidad, iniciando con un arpegio de guitarra acústica que anuncia la entrada de los poderosos acordes de guitarra. Poco después comienza la letra en voz de LeBrien, con una temática que gira en torno a alguien que a pesar del sufrimiento, busca recuperar la esperanza, enfrentarse al miedo, despegar como un “ángel liberado”. El clímax de la canción llega con un notable pasaje instrumental donde el virtuosismo de la guitarra de Petrucci brilla en todo su esplendor.
Después, comienza a sonar una de mis canciones preferidas del álbum, “Paralyzed”. Esta pieza comienza con un riff que prepara de la mejor manera el terreno idóneo para el desarrollo de una pieza que atrapa a cualquiera, desde el gran admirador de Dream Theater hasta quien no está acostumbrado a las usualmente complejas canciones de la banda. Aquí no encontramos despliegues de un virtuosismo extraordinario, pero sí hay un gran impacto emotivo gracias a la conjunción de todos los elementos musicales y líricos.
El álbum continúa con otras piezas brillantes, “Fall into the light” y “Barstool Warrior”. La primera, al igual que “Paralyze”, comienza con un riff poderoso que capta de inmediato la atención del escucha.
Pasados los tres minutos, toma lugar un genial pasaje instrumental que nos remite inevitablemente al himno de Metallica, “The Unforgiven”, constituyendo la sección más emocionante de “Fall into Light”.
“Barstool Warrior”, por su parte, es una de las grandes joyas del disco. Después de una exaltada introducción instrumental, la voz de James LeBrie toma el papel central al cantar sobre un alcohólico que contempla con pesar sus decisiones. Es el intermedio instrumental la parte de la canción que consolida la emotividad.
Posteriormente suena “Room 137”, una canción llena de energía, ideal para el headbanging, que desde el principio arroja un poderoso riff sobre el cual se construirá una canción realmente poderosa de inicio a fin, acerca de alguien que teme morir por estar embrujado por el número 137 (presente también en la portada del álbum). Lo mismo ocurre con la siguiente pieza, “S2N”, donde el bajo de John Myung es uno de los más notables elementos en cuanto ejecución musical (junto a la guitarra de Petrucci que no deja de brillar). Estas canciones combinan la potencia de los riffs del heavy metal con el virtuosismo técnico en la guitarra, lo cual las hace particularmente emocionantes.
Continúa “At Wit’s End”, la canción más larga del álbum con nueve minutos y medio de duración, y una de las piezas más intensas dentro del Distance Over Time. La música en la primera mitad irradia furia, fuerte angustia, desesperación; después, hacia el minuto cuatro, el sonido toma un giro distinto, con la intervención de un piano y un puente cantado con una pasión en ascenso que desemboca en una conclusión muy emotiva, catártica. La música va en consonancia con la letra, que deja entrever una temática desgarradora: las heridas de una pareja donde uno de sus miembros ha sido víctima de abuso sexual, y su lucha por superar el trance, manteniéndose unidos.
La siguiente canción, “Out of Reach”, es una hermosa balada cuya letra habla de un enamoramiento intenso, donde se refiere a la mujer amada con la siguiente expresión: “juro que me ha lanzado un hechizo”. Aquí, el trabajo sutil de piano a cargo de Jordan Rudess es uno de los elementos más fuertes; fue una muy buena idea colocar esta canción después de “At Wit’s End”, pues queda muy bien a manera de epílogo.
La canción con la que termina el álbum es “Pale Blue Dot”, inspirada en una fotografía de la Tierra tomada por el Voyager 1, a la que Carl Sagan se refirió como un “punto azul pálido” (de ahí el título de la canción). De manera apropiada, inicia con sonidos que generan una atmósfera espacial, dando lugar posteriormente a poderosos pasajes instrumentales donde brilla el virtuosismo con el que la batería, las guitarras y los sintetizadores son ejecutados. “Pale Blue Dot” es una gran pieza, el broche de oro con el que este nuevo material se cierra.
Distance Over Time es un álbum excelente para quienes buscan acercarse por primera vez a Dream Theater, y no quieren comenzar con canciones como “Octavarium”, de más de 20 minutos. También es un álbum que la mayoría de los admiradores (si no es que todos) disfrutará, y dejará de lado la polarización sembrada por The Astonishing, al menos por un rato.
Por lo pronto, esperamos con emoción la visita a México de la genial banda en el Domination Festival el próximo 4 de mayo.