Desde inicios de este año, Billy Corgan declaró que Smashing Pumpkins planeaba lanzar un nuevo álbum doble, el cual sería muy distinto y mucho más “arriesgado” que su predecesor, Shiny and Oh So Bright, Vol.1.
Hoy, a estas alturas del caótico 2020 y conforme van instalando el clima frío y la oscuridad, escuchar las cuatro canciones que la banda ha dado a conocer en las últimas semanas cobra un sentido muy especial.
La impresión inicial que nos transmiten estos recientes lanzamientos viene determinada por la fuerte presencia de elementos electrónicos y synthpop: nos encontramos ante un preparado de new wave un poco ochentero y muy a la Smashing Pumpkins. Se espera que el 27 de noviembre estén disponibles todas las canciones de Cyr, el nuevo álbum: sólo entonces podremos hacernos de una perspectiva completa. Sin embargo, vale la pena vivir y sentir, una por una, las canciones que ya podemos escuchar.
Tenemos, para empezar, “Confessions Of a Dopamine Addict”, una canción cautivadora en todos los sentidos. La letra nos presenta imágenes alucinantes: diamantes que hacen sangrar corazones, estrellas tatuadas en el rostro y un amor inexplicable. La música no se queda atrás: sus arreglos y adornos electrónicos, junto con la progresión de acordes en los sintetizadores, son dignos de un universo alucinante.
“Wrath” sigue una línea musical similar a la de la canción anterior: los efectos de sonido y los coros, presentes a lo largo de estas canciones, otorgan este toque de magia, generan una atmósfera distinta. La letra describe una escena de oscuridad y lucha que parece sacada de una obra épica, con todo y referencias a personajes tan conocidos como Circe y Ulises.
Otro de los nuevos lanzamientos es “Cyr”, la canción que da nombre al nuevo álbum y que se perfila para ser una de las más llamativas del mismo. Esto es en parte por su animada vibra dance: en cuanto la escuchamos, nos sentimos impulsados a levantarnos de nuestro asiento y bailar, o cuando menos, a movernos al ritmo de la música. “Cyr”, que significa “rey” en griego antiguo, también tiene una letra particular: Billy Corgan se refiere a esta canción como una “locura distópica”.
Finalmente, “The Colour of Love” se nos presenta como una canción mucho más emotiva, una power ballad más inclinada al rock que nos devuelve al lugar seguro de las guitarras eléctricas; eso sí, sin que dejen de brillar los alucinantes toques electrónicos en la música. La melodía es emotiva, la letra es oscura y un tanto triste: nada nuevo en Smashing Pumpkins, es parte de su encanto.
¿Qué tienen en común todas estas canciones? Yo detecto que en todas ellas está el corazón; el mismo Billy Corgan había dicho que este álbum era mucho más arrebatado, mucho más del tipo “vamos a arrojarlo todo y a ver qué pasa”. Además, por sus características líricas y musicales, hemos visto que estas canciones son capaces de llevarnos a otro espacio, algo que sin duda deseamos en tiempos difíciles.