“Todas las profesiones son importantes, pero el arte debe tener peso”
Eli de Llaca
De actitud jovial y alegre, Eli de Llaca saluda desde la pantalla. Ha tenido un día atareado, pues, como todos los estudiantes, es víctima del estrés por las clases en línea. Hija de la actriz Pilar Mata (Por la libre) y el director de cine y televisión Juan Carlos de Llaca (En el aire), Eli ha heredado el talento artístico, pero con un sazón musical: estudia Composición Contemporánea en la sede mexicana de la Academia de Arte de Florencia.
Desde que tiene memoria, le ha gustado cantar, pero no siempre supo que la música sería su vida. De pequeña, Eli aborrecía cuando su abuela la llevaba a escuchar orquestas en vivo, aunque hoy en día admite que aquellas experiencias la ayudaron a desarrollar su oído y su gusto. Fue hasta la secundaria que, gracias a su taller de música, descubrió que no solo le gustaba cantar, sino que también era buena en ello, pues todos la aclamaban al escucharla.
Más tarde, se unió a su primera banda junto con la maestra de piano rumana, Deborah Silver. “Yo tenia 14 y ellos 30 ó 40, era una combinación muy extraña, pero fue una experiencia increíble”, dice al recordar su participación en el grupo Silver and Smoke. Después de su catártica primera presentación con dicho conjunto, Eli supo que la música era su lugar para estar.
“El arte le da sentido a tu vida”, sentencia cuando se le cuestiona sobre la importancia del mismo en la formación; opina que en México la falta de fomento a la cultura nos resta sensibilidad y hace que vivamos reprimidos. “Todas las profesiones son importantes, pero el arte debe tener peso”, expresa.
Tras un año en Silver and Smoke, Eli tuvo contacto con la agrupación de trip-rock Venus Nova, con quienes empezó a involucrarse en el proceso de componer canciones. “Es difícil, porque las melodías se me ocurren, la armonía es lo que me cuesta, por eso decidí estudiar composición”. Con Venus Nova Eli de Llaca grabó esta sesión:
Aunque usualmente contratan a Eli para cantar en proyectos de rock pesado, ella prefiere el blues, el jazz y el soul para cantar en la regadera. Fan de hueso colorado de Amy Winehouse, defiende los géneros de su agrado y arguye que no son tan populares como otros —pone de ejemplo al reggaetón— porque como sociedad no se nos ha educado para escucharlos.
Además de la música, tiene pasión por la actuación. De niña inició en comerciales y tuvo una participación en la cinta Nos vemos, papá (Lucía Cabrera, 2011). Aunque actuar le apasiona, admite que no le dedica la misma atención que a la música, debido a que considera ésta como su prioridad. Por tal razón, durante la secundaria y la preparatoria se apartó de la actuación para no saturarse de actividades.
En los albores de sus veinte, Eli ha encontrado en esta pandemia una oportunidad para repensar su futuro, practicar con la guitarra, el piano y la voz, valorar las cosas que tiene, y planear los siguientes pasos en su carrera. También ha iniciado un proyecto de covers en el que por el momento ha homenajeado a Amy Winehouse y planea hacer lo propio con Pharrell Williams y Alt J.
Mientras se acerca al público en redes sociales y continua sus estudios, planea seguir construyendo su proyecto como solista y compositora, aunque admite que en los últimos días ha considerado la opción de hacer música para películas y no descarta trabajar de la mano de su padre para ello.
Así que ya sea en la marquesina de un gran auditorio o en los créditos de una producción cinematográfica esperen continuar viendo y oyendo el nombre de Eli de Llaca.