por Paty Rodríguez
[av_dropcap1]R[/av_dropcap1]obert Plant es una de las figuras más grandes dentro de la historia del rock y de la música en general. El excepcional hombre a quien hoy conmemoramos es conocido también como The Golden God (o “el Dios Dorado”) y hoy, 20 de agosto, celebramos el cumpleaños número setenta de Robert Plant, músico, productor, cantante y una de las personalidades más queridas dentro del mundo de la música.
Muchas personas asocian inmediatamente el nombre de Robert Plant con el de la legendaria banda de la que fue parte: Led Zeppelin. Ciertamente, la mayor parte de sus momentos fueron memorables y han quedado grabados en la historia del rock para la posteridad. Sin embargo, no podemos dejar a un lado el hecho de que el Dios Dorado también ha sabido reinventarse y brillar por su cuenta fuera de la clásica agrupación, ya sea en solitario o como parte de otras bandas. Como el gran artista que es, siempre imprime su sello personal en cada trabajo que emprende sin estancarse, en un dinamismo constante y buscando nuevas salidas en su obra.
Robert Plant en sus inicios comenzó tocando en lugares pequeños en solitario y como miembro de pequeñas bandas. El cantante estuvo fuertemente influenciado por diversos músicos norteamericanos de blues y de rock and roll, desde el mismo Elvis, Willie Dixon y Robert Johnson hasta Jefferson Airplane. Los giros del destino llevaron a Plant y a su amigo, el baterista John Bonham, a encontrarse con el guitarrista Jimmy Page, y después de varios arreglos, cambios de nombre y la entrada posterior del bajista John Paul Jones, surgió como los conocemos, Led Zeppelin en 1968.
Robert Plant disfrutó de un éxito sin precedentes dentro de Zeppelin durante los años setenta. Su presencia en el escenario pronto lo convirtió en un ícono del rock, y su estilo vocal fue tan notable que incluso la Enciclopedia Británica legitima a Plant como pionero en el sonido característico del hard rock por las cualidades de su voz, una voz aguda, expresiva, desgarradora.
La influencia de elementos míticos propios de las culturas celta y nórdica, así como de la literatura inglesa (J.R.R. Tolkien en particular) son evidentes en canciones como The Inmigrant Song, The Battle of Evermore, Misty Mountain Hop, Kashmir y la misma Stairway to Heaven. Tanto la letra como la música presentan niveles de complejidad e innovación que les otorgan esa identidad un tanto mística, mágica y espiritual, esa identidad que ha escrito con letras doradas el nombre de Led Zeppelin y que se debe en mayor medida (hay que decirlo) a Robert Plant.
En la segunda mitad de la década de los setenta, dos tragedias personales asolaron la vida Plant: un terrible accidente automovilístico y, dos años después, la muerte de su hijo pequeño. Fue entonces cuando los asuntos con la banda se fueron complicando poco a poco, y sería la repentina muerte de John Bonham en septiembre de 1980 la que daría pie a la disolución definitiva de la banda, anunciada en diciembre del mismo año. Desde entonces, Robert Plant se ha mostrado completamente renuente a una posible reunión con Led Zeppelin y sólo se ha encontrado un par de veces con sus antiguos compañeros: en 1994 con Jimmy Page para grabar el álbum No Quarter y en 2007, con los miembros vivos de la banda apoyados por el hijo de Bonham en la batería, como parte de un homenaje al fallecido fundador de Atlantic Records.
La figura de Plant conlleva un carácter místico, espiritual y mágico. Su carrera en solitario ha sido una de las más sólidas que un cantante de rock, proveniente de una gran banda, haya tenido. La presencia de sonidos diferentes es una constante en su música elogiada por la crítica especializada. Hoy Robert Plant sigue siendo uno de los referentes más grandes de calidad musical.
En mitología nórdica existe un tipo de personaje conocido como rex crinitus, un gran rey, honorable, caracterizado por una cabellera excepcional. Robert Plant es el rex crinitus del rock.
Me atrevo a recomendar un par de piezas del trabajo de Robert Plant:
- Con Led Zeppelin
- En solitario: