Reseña de The Bear, temporada 3. Serie de TV estelarizada por Jeremy Allen White, Ayo Edebiri, Abby Elliot, Ebon Moss-Bachrach.
Luego de mucha intensidad, la tercera temporada de The Bear se siente un poco… “desinflada”, como cuando termina ese proyecto en el que hemos estado trabajando a marchas forzadas, llenos de estrés y mal pasándonos. No es necesariamente mala, pero no resulta tan emocionante como las dos anteriores. Ahora bien, debo decir que esta vez no hubo episodios que me sacaran por ahí una lagrimita.
Ahora bien, creo que era un ritmo necesario que creativamente permite a los realizadores jugar con las posibilidades, por ejemplo, la termporada comienza con un capítulo que está construido a base de una secuencia visual que prácticamente no lleva diálogos y que no pretende contar una historia.
El episodio tiene lugar luego de la inauguración del restaurante. La acción se centra en El Oso y en una serie de imáges que pasan por su cabeza; recuerdos de sus experiencias en el mundo de la gastronomía que lo han ido formando, así como imágenes de él vestido de negro, que nos hace pensar que son del tiempo en que falleció Michael, y diversos momentos con Claire a lo largo del tiempo. No hay una línea del tiempo estructurada, es como si todo hubiera ocurrido al mismo tiempo o estuviera ocurriendo en la cabeza de El Oso en tiempo presente. Es como si estuviera bajo ataque de los fantasmas de su pasado. Y si bien, los siguientes capítulos cuentan una historia, este es el ritmo dominante.
A mi parecer la línea narrativa central es la de Sidney (Ayo Edebiri), quien también es acosada por imágenes de sus experiencias como chef. Nuestra chef recibirá una propuesta para irse a otro restaurante por parte del ex compañero de El Oso, Adam Shapiro, quien trabaja para la chef Terry (Olivia Colman). Sidney se debatirá por varios episodios sobre cómo decirle a Carmy que se irá.
Por su parte, Carmy parece vivir un estado de mucha ansiedad con pensamientos contradictorios entrando a su cabeza; parece que esta a dos minutos de convertirse en un manojo de nervios como su madre (Jamie Lee Curtis). aunque de hecho, es probable que ya lo sea, y es que en la temporada dos vimos que, al igual que su madre, es incapaz de lidiar con las cosas buenas como por ejemplo, su relación con Claire. Y por otro lado, Carmy ha dejado su impronta tóxica en Sidney, cuya actividad mental parece presentar el mismo cuadro que una persona con estrés postraumático.
En ese sentido es interesante observar que El Oso vive algo similar cuando recuerda al chef David Fields (Joel McHale), quien lo trataba con la punta del pie. Es decir, Carmy está repitiendo un patrón tóxico y de abuso con Sidney. Y si bien no es exactamente igual al que él vivió, Sidney lo experimenta con la misma intensidad que El Oso.
Los patrones persiguen a la familia Berzatto, ya veremos quien puede romperlos primero. Aunque todo parece indicar que Richie, aunque no es familiar, ya ha comenzado a cambiar
Luego tenemos dos temas más: por un a lado la hermana de El Oso, Natalie (Abby Elloiot) está a punto de dar a luz en medio del tráfico de la ciudad de Chicago, y a falta de apoyo por parte de su marido, su hermano y su primo Richie, Sugar debe hablarle a su madre.
El último tema está relacionado con el tío Cicero, socio del restaurante The Bear), quien le dice a Carmy que si cierta reseña sobre el restaurante, que está a punto de publicarse, es mala, va a tener que salirse de la sociedad… Pero esto sólo es un pretexto ya que Cicero está a punto de recibir un terrible golpe financiero y ya no podrá seguir dando dinero. Así pues, el futuro de The Bear pende de un hilo.
Al final, Carmy recibe la reseña en su celular pero lo único que vemos son diversos antónimos que nos dejan en incertidumbre. Tendremos que esperar al inicio de la temporada cuatro.