Escucha el podcast Permanencia Involuntaria dedicado a la serie.
por Fausto Ponce
[av_dropcap1]L[/av_dropcap1]a serie de Luis Miguel es un melodrama sobresaliente, un fenómeno mediático que generó conversación en redes y decenas de memes con la figura de Luisito Rey. El programa consiguió capitalizar los puntos álgidos en la vida del cantante para enganchar con una audiencia fragmentada por las nuevas tecnologías y la unificó alrededor de este producto como hacía mucho tiempo no ocurría.Si bien es superior a los melodramas (telenovelas) actuales de la tele nacional, es importante recalcar que Luis Miguel, la serie no es una serie prémium como Los Soprano, Mad Men o Game of Thrones. Es más ni si quiera alcanza la maestría narrativa de This is Us, otro melodrama sobresaliente.
La serie logró construir un súper villano (Luisito Rey/Óscar Jaenada) que atormentaba cada semana a Luis Miguel (Diego Boneta), un sujeto talentoso, con una voz como pocos, de buen corazón, sensible, pero también falible e inestable, y con la responsabilidad familiar sobre sus hombros.
Alrededor del protagonistas teníamos a una serie de personajes adorables y bonachones como su madre (Anna Favella), Alex (Juan Pablo Zurita), el cadete Tello y su mánager Hugo López (César Bordó), entre otros… Ah, y otro villano —menos malévolo pero más torpe e igual de odioso que Luis Rey—, el tío Tito (Martín Bello). Todos de poca profundidad pero con el suficiente carisma para mentener brillando a Mickey y ayudándolo en las buenas y en las malas; acompañándolo en sus errores.
La serie consiguió darnos momentos conmovedores y transmitirnos el dolor de la vida del cantante en la ficción, con algunos demonios y algunos sin sabores, que opacaron el éxito del cantante y los pocos momentos de felicidad que pudiera encontrar. A pesar de la falta de complejidad de casi todos los personajes, el papel que desempeñaron hicieron funcionar al melodrama.
Sin embargo, la serie fue un poco irregular, con capítulos muy buenos y otros un tanto aburridos que amenazaban con hundir el barco y convertir el programa en una telenovela cualquiera.
Sobresalen las actuaciones de Boneta, Jaenada (el mejor), Favella, Bello, Bordó y Paulina Dávila, quien interpreta a Mariana, la novia de Luismi en los primeros capítulos.
El reto para la siguiente temporada es encontrar un elemento que pueda sustituir el misterio de la madre de Luis Miguel, porque será difícil sostenerlo mucho por más capítulos. De hecho, lo ideal hubiera sido comenzar con un tema distinto: terminar la primera temporada con el tema de la desaparición de mamá responde más a la inmediatez comercial y a las ganas de generar expectativas para una segunda temporada, que al beneficio de la trama.
Así pues, lo que en primera instancia resulta un final emocionante, cargado de suspenso y frustración, podría ser el punto débil que haga tambalear la serie. Ya dependerá de la habilidad de los guionistas.