A altas horas de la noche uno puede encontrar amor, miedo, enemigos, violencia, ángeles, demonios y muchas cosas más. Y de ese mismo modo es como The Weeknd describe su más reciente lanzamiento. Así pues, After Hours es un lugar donde se desarrollan todo tipo de historias inspiradas por ese momento de la noche en el que todo puede pasar.
El nuevo disco de The Weeknd tiene las letras más reflexivas de su carrera y resulta muy refrescante escuchar a una súper estrella que aún tiene espacio para crecimiento y cosas que decir. “Solía rezar cuando tenía 16 años, que si no lo lograba me cortaría las muñecas” canta con un perfecto falsetto en una línea que, de no ser porque The Weeknd sí “lo logró”, sería muy obscura y de mal gusto. Este verso nos invita a hacer un repaso por la carrera del cantante y nos ofrece una pista: After Hours funciona como punto de cohesión para todos sus álbumes.
En esencia, como todos los discos de The Weeknd, After Hours nos cuenta historias sobre fiestas, amor y abuso de drogas pero en esta ocasión, el canadiense parece haber perfeccionado la fórmula para lograr que todos los elementos jueguen de manera hermosa entre sí. Es decir, no sólo las letras pegan más fuerte que nunca, sino que, en esta ocasión, los elementos musicales están en completa función de la canción, haciendo que la pregunta ¿Qué género es? sea completamente absurda.
La canción “Snowchild” encarna la unión entre el pasado y el futuro, en donde el flow del cantante nos recuerda a sus primero tracks, pero la producción nos remite al The Weeknd post Starboy, disco famoso por haber incluido al icónico duo, Daft Punk, en la producción.
“Hardest to Love” nos muestra cómo suena una canción pop sobre una base de liquid Drum & Bass en pleno 2020. Y estos saltos entre géneros que antes resultaban un tanto bruscos y alinearon a muchos de sus fans, en After Hours resultan la proeza más lógica y natural.
El sencillo co producido por el titán del pop Max Martin, “Blinding Lights” es una canción que podría gustarle a un gran espectro de gente, debido a su influencia de música de los ochentas y sus pegajosas melodías. Pero afortunadamente el sencillo no es representativo del disco, es sólo otra pieza más del rompecabezas nocturno que conforma el tracklist. Y, del mismo modo que una noche de fiesta tiene varios momentos, unos tristes, otros alegres y otros violentos, este disco también nos lleva de un lugar a otro sorprendiéndonos con su amplio espectro emocional.
After Hours es la culminación de un camino y representa la maduración de una búsqueda que comenzó con el disco Beauty Behind the Madness (2015), punto crucial en la carrera del cantante. Un camino que tuvo curvas prolongadas y decisiones arriesgadas para un artista al que, en un inicio, se le había encasillado como cantante de RnB.
Su más reciente material es testimonio del genio de The Weeknd y de por qué se ha mantenido en el spotlight por tanto tiempo.
El disco debutó en el número uno en la lista de los mejores 200 discos de Billboard y tuvo la mejor semana en lo que va del 2020.