Miss Anthropocene es el nuevo álbum conceptual de Grimes, un trabajo donde la artista explora la extinción humana y la desolación de un mundo decadente desde la perspectiva de “una diosa antropomórfica del cambio climático”. Todo esto viene acompañado de un paisaje sonoro etéreo y versátil que sin duda hacen del nuevo material de estudio una gran experiencia.
El álbum comienza con “So Heavy I Fell Through The Earth-Art Mix”, una alucinante pieza downtempo y art pop. Lo primero que escuchamos son sonidos irregulares y caóticos que ceden su lugar a un profundo arreglo de bajo: posteriormente, se añaden más armonías y efectos de sintetizador. Éstos, a su vez, acompañan la suave voz de Grimes, la cual parece diluirse en ecos mientras canta repetidamente el título de la canción: parece que nos encontramos ante la llegada a la Tierra de algún desconcertado visitante alienígena.
“Darkseid”, el siguiente track, sirve como secuela y transmite una vibra muy similar, con un beat apenas un poco más animado.
No pasa mucho tiempo antes de que Miss Anthropocene nos convenza de que es un trabajo multifacético a nivel musical. Muy pronto, cuando comienza a sonar “Delete Forever”, se presenta ante el escucha el primer giro inesperado dentro del paisaje sonoro que el álbum ya había construido. Esta vez nos encontramos ante una conmovedora canción a base de guitarra y apenas algunos arreglos de cuerdas, donde la voz de Grimes se escucha clara, melancólica y sin filtros que la modifiquen: la artista ha explicado que la letra de esta pieza describe los momentos de desolación que la han invadido a partir de la muerte de varios amigos suyos, como el rapero Lil Peep.
Podríamos considerar que “Delete Forever” es un paréntesis a nivel temático y musical dentro del concepto que Miss Anthropocene desarrolla; sin embargo, no podemos negar que se trata de una canción que enriquece mucho el panorama del álbum. Además, esta variación en la intensidad complementa de manera excelente la energía más agitada y oscura que llevan las siguientes canciones: “Violence” y “4ÆM”. Si bien no resulta difícil escucharlas y disfrutarlas, lo cierto es que la letra de ambas lleva una carga inquietante, pues se aproxima al vínculo del ser humano con la Tierra de una manera polémica y peculiar: como una relación amorosa enfermiza, con cierta adicción a la “violencia”.
Gracias a las canciones previas, ya tenemos bien planteado el escenario: caos, muerte, desolación. Nos toca tener una fe a la cual aferrarnos. Es en este punto donde Miss Anthropocene nos ofrece “New Gods”, una dramática canción a base de piano revestida de grandiosidad, en donde la voz de Grimes brilla más que nunca: los efectos electrónicos sobre ella son ligeros y contribuyen a realzarla más que nunca al cantar que “sólo los nuevos dioses podrán salvarme”.
“Tenemos todas estas cosas nuevas: plástico, contaminación, cirugía plástica, redes sociales. Los nuevos dioses suenan como una locura”, dijo Grimes durante un Podcast en vivo con Sean Carroll al hablar de esta canción.
Las siguientes canciones también representan una experiencia muy emocionante, emotiva y con una energía diferente: si la primera mitad de Miss Anthropocene era bastante inclinada a la música electrónica, esta vez nos encontramos ante un estilo mucho más rockero, un poco inclinado al nu metal y al cyberpunk.
Así pues, nos encontramos con que “My Name Is Dark”, “You’ll miss me when I’m not around” y “Before the fever” presentan pasajes de guitarras eléctricas distorsionadas, potentes beats en la batería y notables líneas de bajo. En líneas generales, podríamos decir que las letras apuntan a un hipotético fin del mundo.
“IDORU”, la canción que cierra el álbum, es otra de las sorpresas que Miss Anthropocene tiene para el que se acerca a escucharlo: en realidad, uno no espera encontrarse con el tipo de vibra que transmite tanto la música como la letra de está peculiar canción, particularmente después de lo que hemos pasado en las canciones anteriores. Sin duda, se trata de una conclusión inesperada, pero realmente destacable.