por Paty Rodríguez
[av_dropcap1]E[/av_dropcap1]l show de medio tiempo del Súper Bowl LIII fue un espectáculo en donde sólo los admiradores de Maroon 5 quedaron completamente satisfechos. Las redes sociales dieron cuenta de la decepción de los espectadores, quienes se quejaron ya sea de la producción, la selección musical o incluso del homenaje a Bob Esponja.
Sobre un escenario cuyas tarimas formaban una gigantesca “M”, Adam Levine y compañía comenzaron a interpretar su canción “Harder To Breathe”, para continuar con uno de sus grandes éxitos, “This Love”. La pirotecnia, los lanzallamas y un espectáculo decente de luces acompañaban un show centrado en la música (como Levine pretendía según Entertainment Weekly) sin coreografías ni mayor teatralidad.
Posteriormente, todas las luces se apagaron y la oscuridad sería reemplazada con algunos segundos de un episodio proveniente del popular dibujo animado Bob Esponja, donde los personajes se daban cita en el juego de fútbol más importante de Fondo de Bikini, un evento alusivo al Super Bowl. Las imágenes de la caricatura dieron lugar a hologramas de meteoritos que invadieron el estadio, después de los cuales apareció el rapero Travis Scott cantando “Sicko Mood”. Ninguna referencia a Bob Esponja apareció después.
Scott rapeaba al lado de Adam Levine, quien lo acompañaba con la guitarra y bailaba dando saltos a su lado; un gesto que, como era de esperarse, le quedaba mucho más natural a Scott que al cantante de Maroon 5. Después, el rapero abandonó el escenario lanzándose al público en el estadio, para dar lugar a la interpretación de “Girls Like You”, cuya introducción corrió a cargo de una banda de guerra y donde una cantante afroamericana y su coro, acompañaron con una admirable y potente voz a Levine.
Posteriormente, llegó otro momento notable en el espectáculo: la emotiva interpretación de otro gran éxito de Maroon 5, “She Will Be Loved”. Adam Levine bajó del escenario y mientras cantaba acompañado del público que sujetaba esferas luminosas en las canchas, decenas de globos de cantoya formaban en el cielo la frase “One Love”. En este momento en particular, el espectáculo logró brillar mucho gracias al realce proveniente de los sencillos efectos especiales.
Después de esta interpretación, un automóvil clásico descapotable irrumpió en la cancha, transportando al rapero Big Boi, enfundado en un abrigo de piel, al escenario. El músico, seis veces ganador del Grammy en los noventa, comenzó a rapear “I Love The Way You Move” en el escenario, donde enseguida se unirían a él Levine y Travis Scott. En cuanto la canción terminó, los raperos abandonaron la escena y dejarían que Maroon 5 finalizara el espectáculo.
Fueron “Sugar” y “Moves Like Jagger” las canciones que cerrarían el espectáculo. Nuevamente, la intención era que la interpretación musical fuera lo principal y así fue; los efectos especiales de luces y pirotecnia fueron tan sólo un accesorio secundario. Adam Levine, por su parte, se despojó gradualmente de sus prendas superiores hasta quedar con el torso completamente descubierto, causando sensación en gran parte del público femenino. Quienes para este punto no estaban muy entusiasmados durante la presentación interpretaron este gesto como un recurso un poco desesperado para “levantar” el show.
Ahora sí, la polémica.
En vez de Maroon 5, artistas como Cardi B, Pink y Rihanna habían sido consideradas para ser las encargadas del espectáculo en un primer momento. Sin embargo, todas ellas rechazaron la invitación de la NFL como protesta ante el aparente veto que la organización deportiva aplicó a Colin Kaepernick, uno de sus mejores quarterbacks. ¿La razón? Durante la temporada 2016, Kaepernick se arrodilló durante el himno de EU antes de los partidos como protesta contra el racismo en el país. Decenas de jugadores siguieron su ejemplo. Trump vió en este gesto una grave falta de respeto, y llegó a exigir que se despidiera a estos jugadores; Kaepernick, por su parte, no volvió a ser contratado.
Muchos esperaban que Levine y compañía no se mantuvieran al margen de la situación. Incluso Roger Waters les había pedido que se arrodillaran adoptando el gesto de Kaepernick; sin embargo, no se hizo ninguna referencia al conflicto. Maroon 5 evitó los gestos incendiarios y se limitó a dar un mensaje de unidad durante su interpretación de “She Will Be Loved”. Realmente no es una acción reprochable, pero para muchos no fue suficiente.
La comunidad del rock también propinó duras críticas al espectáculo de ayer. Estas fueron propiciadas por los comentarios recientes que Adam Levine hizo acerca de la situación actual del rock, que según él, no está en ninguna parte: “Si consideras que Maroon 5 es una banda de rock, entonces has enviado al género a perderse en el abismo”, declara Loudwire, revista que publicó un artículo nada favorecedor que deja ver los comentarios negativos que algunos rockeros han vertido en sus redes. Por ejemplo, Sebastian Bach de Skid Row dice: “Lo que sea que él [Adam Levine] estaba tratando de hacer en el escenario estaba más muerto de lo que el Rock nunca estará”.
Finalmente, estuvo la situación con el tributo a Bob Esponja, que dejó profundamente decepcionados a los fanáticos de la simpática esponja marina. Miles de fans habían firmado en Change.org una petición para que se hiciera un homenaje al creador de la caricatura, Stephen Hillenburg, quien murió a finales del año pasado. Se esperaba que Maroon 5 interpretara la canción “Sweet Victory”, como Bob Esponja lo hizo en el episodio del cual se mostraron unos segundos. Era el contexto perfecto, pero no lo hicieron. Y gran parte del público no se los perdonó.
Creo que sería arriesgado asegurar que este ha sido el espectáculo más decepcionante de los últimos años. Ese lugar lo ha de tener la presentación de Justin Timberlake de hace un año. Pero lo cierto es que Maroon 5 no terminó de dar el ancho, más que nada, por cuestiones de espíritu y actitud.