Por Paty Rodríguez
[av_dropcap1]E[/av_dropcap1]n septiembre, los Pixies lanzarán su octavo álbum de estudio y en junio estrenarán un documental donde podremos escuchar adelantos del nuevo material y veremos cómo se dio el proceso creativo del nuevo disco.Por esto y más, hoy queremos honrar a los Pixies presentando un poco más de su historia y su música, que ha dejado una importantísima huella en miles de aficionados y artistas.
Los orígenes de la banda se remontan a los inicios de los 80 en una habitación compartida por dos universitarios estudiantes de antropología en Boston: Joey Santiago y Black Francis (cuyo verdadero nombre es Charles Thompson IV). Santiago, guitarrista de origen filipino, mostró a su roomie el punk rock de los 70 y la música de David Bowie, los cuales pronto se convertirían en sus influencias para crear juntos sus propias composiciones.
Después de que Francis regresara de un intercambio estudiantil en Puerto Rico, los dos compañeros de habitación decidieron que ese era el momento ideal para seguir su sueño de dedicarse a la música y abandonaron la universidad. Entre 1984 y 1985 los músicos subsistieron trabajando en almacenes, fábricas y carnicerías, sin abandonar en ningún momento la creación de nuevas canciones.
En 1985, Francis publicó en el periódico local un anuncio donde buscaba a un “bajista a quien le gustara tanto la música del grupo de folk Peter, Paul and Mary como la banda de hardcore punk Hüsker Dü.” La única persona que respondió fue Kim Deal, una chica de 24 años que a pesar de no haber tocado el bajo antes, pronto aprendió y se adaptó perfectamente al estilo de Francis y Santiago.
Poco después, se incorporaría el baterista David Lovering por sugerencia del esposo de Deal. La banda ya contaba con una formación estable, pero le faltaba un nombre, así que los miembros eligieron una palabra al azar del diccionario que les encantó, particularmente por su definición de “pequeño elfo malicioso”: Pixie. En un primer momento, la banda se hizo llamar “Pixies In Panoply”, pero posteriormente el nombre se acortó simplemente a “Pixies”.
Pixies brillaron desde un principio gracias a los poderosos golpes de batería de Lovering, el bajo preciso de Kim, la expresiva voz de Francis y la forma de Santiago al tocar la guitarra, descrita por él mismo como “angular y torcida”. Todo este conjunto cautivó al productor discográfico Gary Smith mientras asistía a un concierto que la banda ofrecía junto a Throwing Muses, y gracias a él, grabaron un demo de 16 canciones, que debido al color de la funda del cassette, fue llamado The Purple Tape.
Poco después, Pixies firmarían un contrato con la disquera 4AD. La mitad de las 16 canciones de The Purple Tape formarían parte del primer álbum de estudio de la banda lanzado en 1987, Come On Pilgrim. Este material sentaría el precedente del estilo musical de los Pixies, quienes siempre se han mantenido fieles a su esencia de banda de rock de cuatro piezas, independientemente de su ocasional experimentación con instrumentos electrónicos como el sintetizador y el theremín (Evidente en la “Velouria“, de su posterior disco Bossa Nova).
Entre 1986 y 1993, la banda lanzó 5 álbumes de estudio. Entre estos se cuentan el memorable Surfer Rosa, donde podemos apreciar claramente la influencia del surf rock. También encontramos tintes de post punk en materiales posteriores como Dolittle y Trompe Le Monde. Después de 1993, los Pixies se separaron debido a conflictos personales (principalmente entre Francis y Deal), pero en 2004 se reencontraron, Kim Deal fue reemplazada por Paz Lechantin y desde entonces han lanzado dos álbumes.
A pesar de que los Pixies no han sido nominados o ganadores de premios de renombre, su talento es innegable y la enorme influencia que ejercieron en sus sucesores los convierte en verdaderos pioneros del rock alternativo. El mismo Kurt Cobain declaró que, al componer el himno grunge “Smells Like Teen Spirit”, intentaba superar a los Pixies.
A continuación, algunas de nuestras canciones favoritas de los Pixies.