Taylor Swift lanzó sin mucha preparación su noveno disco de estudio Evermore el 11 de Diciembre de 2020, descrito como “la hermana” de su material anterior Folklore. Más que una estrategia de mercadotecnia super planeada, el nuevo disco es una continuación de las sesiones de grabación del álbum pasado. Mismo equipo, mismo concepto, nuevas canciones.
Al parecer Taylor Swift se divirtió tanto haciendo Folklore que una vez que lanzó el disco, no pudo parar la racha de composiciones que comenzó a principios de la cuarentena. Ambos álbumes están escritos en un universo mitológico que existe dentro de un pueblito estadunidense que no existe realmente. Por primera vez, Taylor se encontró escribiendo canciones sobre algo más que su propia experiencia y eso en sí mismo le resultó embriagante y empoderador.
Por supuesto que los temas siguen siendo los mismos que se que exploran en la mayoría de las canciones pop: amor, desamor, soledad y la añoranza de encontrar a la persona de tus sueños pero en estos dos discos Taylor utiliza personajes para contar historias, dejando atrás los días en los que cada nuevo sencillo causaba un tsunami de notas en los medios que especulaban sobre su vida privada. Hoy, la artista tiene 31 años, se encuentra en una relación estable y quiere escribir otro tipo de canciones.
El disco abre con “Willow”, el primer sencillo y desde ese momento sabemos que estamos por sumergirnos en una experiencia parecida a folklore. Le sigue “Champagne Problems”, una historia desgarradora sobre una mujer que rechaza la oferta de matrimonio a su novio el mero día de la boda y después “Gold Rush”, canción que incluye un beat electrónico muy sutil que añade diversidad a la paleta de sonidos del disco.
Evermore cuenta con los mismos colaboradores que el disco pasado, Aaron Dessner, Jack Antonoff y se añaden el resto de la banda de The National y sus viejas amigas HAIM, con quienes tiene una colaboración llamada “No body, no crime“, canción que describe una historia de crimen en la cual su amiga Este Haim desaparece misteriosamente después de haber sido engañada por su esposo.
Uno de los mejores momentos es “Coney Island”, colaboración con la banda indie The National. Una canción melancólica en la cual escuchamos una exploración muy única en la discografía de la cantante. La letra se permite ser más ambigua para lograr momentos de contemplación que son más comunes en el indie que en el pop mainstream. Esta canción junto a “Exile” son las pocas ocasiones en las que hemos escuchado a Taylor hacer dueto con voces masculinas grabes y la pregunta es: ¿Por qué no habíamos escuchado esto antes?
Es cierto que la ganadora del premio a compositora del año en los Apple Music Awards 2020 está en su mejor momento como escritora de letras y eso es evidente tanto en Evermore como en Folklore, pero también es cierto que su último disco peca de lo que la mayoría de la gente criticó de su disco pasado: de monótono.
Hay que decirlo: una de las razones por las que folklore fue tan impactante es por el contraste con sus discos pasados, no sólo en temática y estructura si no por la elección de sonidos. Evermore entonces, resulta un poco largo y puede ser cansado para algunas personas. Desafortunadamente a los humanos nos gusta sorprendernos y tanto en la vida como en el arte, cuando un acontecimiento se vuelve predecible también se vuelve aburrido.
Habiendo dicho eso, hay que reconocer que Taylor se encuentra en un gran momento y será interesante ver lo que vendrá después. Recordemos que pasó de ser una estrella juvenil de Country a una super estrella pop y ahora a incursionar al indie folk con una naturaleza tan elegante, que sin lugar a dudas la posiciona como una de las compositoras más importantes de la historia.