por Paty Rodríguez
[av_dropcap1]L[/av_dropcap1]a espera terminó: después de diez años de ausencia, por fin tenemos en nuestras manos el nuevo material de la ya legendaria banda. Sin duda, se trata de un lanzamiento que ningún fan del rock o el metal puede pasar por alto.La expectativa en torno a este álbum homónimo se mantuvo alta los últimos meses, pues con motivo su regreso, Rammstein nunca ofreció entrevistas, nunca explicó qué podríamos esperar en el nuevo material. Fue tan solo hasta que el impactante video de “Deutschland” salió que pudimos darnos una idea de lo que nos esperaba con el nuevo material: Las más de 20 millones de vistas en menos de cuatro días dieron cuenta del magnetismo de Rammstein, del impacto que generó y sigue generando en nosotros.
Y es que en esta ocasión, la banda alemana nos sorprendió con un estilo un tanto diferente. La voz de Till explora tonalidades más altas a lo largo del disco, dejando un poco sus tradicionales bajos característicos acompañados de roncos gritos. También retoman elementos de música electrónica, que si bien no es nada nuevo en la banda, esta vez tienen una función más melódica que de acompañamiento. Los riffs de las guitarras cumplen una función más armónica y menos percutiva de lo que acostumbra la banda.
Todo esto da como resultado un álbum cuyas canciones más rápidas y con las guitarras eléctricas más distorsionados tienen una vibra llena de energía, un beat que acelerará el ritmo cardíaco de un amplio público. Y como en cualquier lanzamiento, siempre hay algunas canciones que logran hacerse inmediatamente memorables.
“Deutschland” fue su primer sencillo y también es la canción que abre el álbum. Rammstein siempre ha sabido escoger grandes canciones para introducir a los escuchas en sus discos y ésta no es la excepción, pues se trata de una de las canciones más potentes del disco. Desde el principio transmite mucha energía y la combinación de la velocidad del sintetizador con el ritmo lento de la voz genera un contraste que genera mucha tensión y hace que la canción se vuelva bastante emocionante.
Otra canción que definitivamente no puede pasar desapercibida es “Zeig Dich”, que empieza con un imponente coro cantando frases cortas, al que se añaden primero la guitarra y después la batería, generando así un gran crescendo que emociona a cualquiera. Durante la canción se mantiene muy bien la potencia alcanzada durante la introducción. El coro inicial vuelve a aparecer en el momento climático de la canción, justo antes de que termine de golpe. “Zeig Dich” es, sin duda, una de las canciones que más esperaríamos escuchar en vivo.
“Was Ich Liebe”, por su parte, es una pieza que apela mucho más a la emotividad y al dolor, sin por eso dejar de ser una de las canciones más poderosas del álbum. La música genera un gran impacto en quien la escucha por la manera en que se construye a lo largo de la canción: inicia suavemente, con la batería y el bajo acompañándose. Poco a poco, entran más elementos, como los arpegios suaves en la guitarra que pronto evolucionan a riffs poderosos, una batería más contundente y coros que acompañan la voz de Till en uno de los registros más graves que le escuchamos en este álbum, cantando de manera desgarradora: “lo que amo, también debe morir”.
El nuevo lanzamiento de Rammstein, en efecto, nos ha ofrecido algo distinto. Nos ha ofrecido emoción, la energía, la emotividad, todo en un mismo álbum que nos sorprende. Y creo que esta novedad radica en la reinvención de lo ya existente y por supuesto, en la creatividad de estos músicos alemanes que han logrado condensar los motivos más oscuros y humanos en un álbum, que en general, está muy bien logrado.