Una Niña Inútil, el nuevo disco de Cazzu tenía una sola misión: lograr ser un álbum íntimo y confesional. Y para la artista argentina, conocida por su sonido Trap, el R&B era la opción más adecuada para este proyecto, y no estaba equivocada.
Este EP, conformado por siete canciones, marca una nueva etapa para la artista, ya que desarrollarse en un nuevo género da pie para otro tipo de exploración, una exploración lírica pero especialmente una exploración vocal hacia la cual no se había aventurado a ir antes, acaso porque el Trap no es un género que permita un despliegue vocal tan amplio.
El concepto que une al disco o, más bien, la inspiración que sirve como pegamento temático para las letras de las canciones es el trabajo de la poeta Alfonsina Storni. “Fue toda una revolucionaria feminista que me hizo investigar sobre su vida para poder poner su poesía en contexto. Se volvió una especie de obsesión para mí”, asegura Cazzu.
Dulce Tortura, el track abridor, nos introduce a este nuevo mundo y sienta el tono de lo que está por venir. Melodías suaves sobre un tempo lento acompañadas de beats poderosos y envolventes. Para Cazzu era muy importante que el primer track fuera una especie de hechizo que te atrapara y no te soltara hasta la última canción del disco titulado Queja, hecho en colaboración con Cholcock y el track más “movido” del proyecto.
La producción es delicada pero contundente, inspirada por ritmos urbanos R&B que oscilan entre lo sensual y la nostalgia, provocan que las canciones nos hagan sentir mil cosas al mismo tiempo. Quizás esta colección de temas sean más adecuados para una noche en la que recordamos una historia de amor sensual. Una noche lluviosa en la que recordamos un amor pasado, no con amargura sino con añoranza y tal vez con algo de erotismo. Ok, tal vez mucho erotismo.
El sencillo Miedo, es quizá el track más provocador (y el más sensual, ya que estamos en eso). Una canción sobre un amor posesivo, quizá tóxico, en el que la protagonista encuentra placer en jugar con el deseo de otra persona. El video muestra a Cazzu en un estudio de revelado y en un set de Pole Dancing con poca ropa que sirve de inspiración para la portada del EP
Le sigue Canción Astuta, en la que canta “Pónme contra la pared“ y por supuesto que no hay espacio para la interpretación. La canción es directa en su contenido y eso no es ajeno a este tipo de ritmos pero, a diferencia de la mayoría de las canciones del género urbano, esta canción (y el disco) tienen una deliciosa elegancia que nos recuerda al erotismo de una película de arte.
Una Niña Inútil pone a la artista argentina un peldaño más arriba y la postula como una de las artistas latinoamericanas a seguir, demostrando que no sólo sabe hacer éxitos para perrear, sino que también tiene las habilidades vocales necesarias para crear música que trascienda modas y un género en específico. Este es, sin duda, uno de los mejores discos del año.
¡Cuídate los pasos, Rosalía!