Ejemplo de lo anterior es el reciente caso de la consultoría Cambridge Analytica, que consiguió datos de millones de usuarios de Facebook que después fueron usados para crear anuncios políticos específicos en la campaña presidencial de Donald Trump durante las elecciones del 2016. Tras la noticia, Facebook ha recibido duras críticas cuestionando el rol que “inadvertidamente” jugó en las elecciones presidenciales y se ha dado lugar a varios debates al respecto.
En el 2013, Dave Eggers exploraba ya en su novela El Círculo el impacto y el papel tan grande que una compañía como Facebook puede llegar a tener en nuestras vidas. La novela es sumamente relevante dada la era digital que vivimos e incluso permite que el lector se cuestione las ventajas y desventajas de la misma.
A mediados del 2017 llegó al cine una película basada en el libro. A pesar de contar con protagonistas como Tom Hanks y Emma Watson, la cinta recibió pésimas críticas y fracasó en la taquilla. Sin embargo, el libro es una lectura que quizás ahora es aún más relevante que cuando fue publicada.
En esta novela, Eggers presenta a Mae Holland, una chica con las inseguridades propias de los veintes y un tanto introvertida que gracias a su amiga Annie consigue un trabajo en El Círculo: Una empresa de tecnología especializada en servicios basados en internet, desarrollo de software y apps, uso de “big data”, etc.
Mae se siente fascinada con la cultura laboral, el tipo de trabajo que la empresa realiza e incluso las prestaciones del mismo pues le permite ayudar a su familia. Al trabajar en El Círculo, Mae obtiene acceso a nuevos gadgets, las apps más innovadoras, e incluso participa en el desarrollo de dispositivos de prueba y aplicaciones que son considerados para un bien social mayor.
En El Círculo, todos los empleados se sienten felices y motivados. En medio de este mundo tan inspirador, no le es difícil a Mae subir rápidamente de puesto hasta convertirse en una de las personas más influyentes dentro de la empresa; se siente apreciada y valorada, y es a través de las redes sociales de la compañía que sus sentimientos y decisiones son validadas.
La novela permite observar cómo Mae evoluciona de una chava un poco insegura e introvertida a alguien segura de sí misma, con grandes ambiciones y sobre todo en una persona que parece convencerse de la misión, visión y valores que El Círculo tiene. Aquello implica reconocer que un bien mayor es alcanzado a costa de tener menos privacidad y de tener acceso a datos íntimos ya sea por medio de drones, apps, o algún otro gadget. Frases como “Los secretos son mentiras”, “Compartir es querer”, “La privacidad es un robo” y “Todo lo que sucede de ser conocido”, son los mantras de la empresa y a pesar de que estas frases parezcan un poco orwellianas, en la novela de Eggers se abordan de manera distinta: desde una organización ajena al Estado, extremadamente fascinante e innovadora, lugar donde nacen estos lemas bajo los cuales se renuncia voluntariamente y con un cierto grado de inconsciencia a la privacidad bajo la premisa de compartir conocimiento y experiencias. Se explora la pérdida del anonimato, mientras se lleva al límite el concepto de democratización de la información.
A medida que la historia avanza, Mae se adentra más y más en la mentalidad de El Círculo, y esto genera gran expectativa acerca del desenlace de la novela, el cual no es decepcionante.
En una época en la cual todos somos en mayor medida esclavos de la tecnología y de las redes sociales, el futuro que presenta Eggers no parece estar tan lejano ni ser tan distópico, y justo por eso es que vale la pena leerla.