por Fausto Ponce
[av_dropcap1]U[/av_dropcap1]n extraño enemigo es una serie sobresaliente, estremecedora. Una serie mexicana de calidad premium desde sus aspectos técnicos pasando por las actuaciones, el soundtrack y el guion. Al menos en sus primeros cuatro capítulos.
La serie, producida por Telvisa y disponible en Amazon Prime Video, narra la manera en que se fraguaron los sucesos trágicos del 2 de octubre de 1968 y es una de las mejores series mexicanas que se hayan hecho: un thriller político sobrecogedor.
Dirigda por Gabriel Ripstein, la historia se centra en la figura del comandante Fernando Barrientos (Daniel Giménez Cacho), director de la Dirección Nacional de Seguridad, dependiente de la Secretaría de Gobernación que durante el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz (Hernán del Riego) estaba a cargo de Luis Echeverría (Antonio de la Vega).
En medio de este México con vientos de cambio, donde los estudiantes luchan por levantar su voz y crear un México mejor, los dirigentes del país están más preocupados por las Olimpiadas que se avecinan y por la sucesión presidencial, pero posteriormente tendrán que preocuparse por controlar el movimiento estudiantil.
Barrientos vive sus propias preocupaciones, y es que resulta que debido a una decisión política, la dirección que preside podría estar a punto de desaparecer. Y su única solución, al parecer, es aliarse con el que será el siguiente presidente del país.
Pero… ¿quién será el sucesor? ¿Será el regente del entonces Distrito Federal, Alfonso Corona del Rosal (Fernando Becerril)? ¿Luis Echeverría? ¿O Emilio Martínez Manatou (Javier Díaz Dueñas)? Fernando deberá jugar bien sus cartas, al igual que los otros jugadores quienes deberán ganarse también el favor de la agencia de inteligencia estadounidense (CIA).
Fernando, al igual que su esposa Esperanza (Karina Gidi), busca llegar a las altas esferas del poder político en un México donde las apariciencias importan mucho.
En este juego, la movidas de Fernando se relacionan con sus mañas relacionadas al trabajo policial: información clave de seguridad nacional, arrestos ilegales, manejo de los medios, amenazas, extorsiones y asesinatos.
Las tensiones por la carrera presidencial se elevan al igual que la situación estudiantil, la cual comienza a ganar simpatía de algunos sindicatos.
Por su parte, las artimañas de Fernando van subiendo de tono; el director de la Dirección Nacional de Seguridad intenta “canalizar” la ira de los estudiantes para que, cuando llegue el momento, poder controlar el asunto y posicionar a su jefe Echeverría como el sucesor de Díaz Ordaz. Sin embargo, los demás “jugadores” no se dejarán ganar tan fácilmente, incluso hablan de un golpe de estado.
La recreación de la época es sorprendente, apoyada no sólo en el diseño de producción, el vestuario y los peinados, sino por un color deslavado en el tratamiento visual que nos da la sensación de entrar en un mundo de antaño, en compañía de música de la época en inglés y en español que acentúa momentos clave de la historia.
Por cierto, en relación con la música, cabe mencionar que el tema inicial de la serie es el Toque de Bandera, cuya melodía corre a cargo de una guitarra eléctrica con distorsión que nos recuerda a la época del grunge.
Pero lo mejor de todo es la historia, la cual nos atrapa desde el principio en toda la red de artimañas, intrigas y misterios de Fernando; Ripstein consigue engancharnos en la génesis de un tragedia inevitable, y nos hace sufrir, nos hace vibrar de adrenalina y horror, en un mundo plagado de corrupción y abuso de poder.
Si hay algo que pudiéramos reprocharle a la serie en estos primeros cuatro capítulos es que no se mete a profundidad en el movimiento estudiantil, sólo se toca a través de los ojos de los infiltrados lo cual puede dar la sensación de que los luchadores sociales son peones del aparato del Estado.
Fuera de lo anterior, Un extraño enemigo es una serie a la altura de las series de la era dorada de la televisión en donde trabajos como Los Soprano, The Wire y Mad Men (entre otras), han hecho historia.
Esperemos que los últimos capítulos mantengan la calidad o vayan in crescendo.
3 comments
Gracias Fausto, la reseña me hace buscarla para verla. A bote pronte el nombre, Fernando Barrientos, me suena Fernando Gutiérrez Barrios, y si está contada a través de su mirada, nos aseguraría, si en su malicia o circunstancia, se convierte en un personaje maquiavelicamente querido, en otras temporadas, pues ahi empezaba su vida politica, misma que se mantuvo hasta finales de siglo.
Reitero mi felicitación por la claridad de conceptos y la recomendacion!
Estimado Fausto:
La serie como dices tiene buen manufactura en cuanto al guión, pero desgraciadamente se queda un poquito corta en cuanto a los temas de producción, Es evidente que para poder aparentar el ambiente de la época hacen acercamientos a los protagonistas (primeros planos, sin contexto de la muchedumbre) los cuales no describen de forma fehaciente los alcances del movimiento social.
Otro de las cuestiones que me dejan con mal sabor de boca es el niño (el alter ego de Fernando) el cual le hace recomendaciones maquiavélicas, es ridículo en serio. Aciertas en el asunto de la visión de la serie desde el punto de vista de toda una conspiración de los operadores gubernamentales. La serie muestra una visión parcial e interesada en presentar los sucesos del 68 sin matices.
Muchos saludos.
Hola, Alejandro
No entiendo por qué piensas que es “interesada”. Pero sí es una visión parcial porque por su estructura narrativa el personaje de Barrientos es el importante; si observas películas de género similar verás que no está muy alejada de eso.
OJO: No es un documental ni una película de corte social y no creo que tenga por qué serlo.
Gracias por comentar