Reseña de la cuarta temporada de la serie The Bear, estelarizada por Jeremy Allen White. En estos episodios, Bear tendrá que comenzar a sanar.
La cuarta temporada nos hace sentir que el final se acerca. Si en la tercera, los momentos angustiantes bajaron su ritmo, aquí definitivamente están en un impass, lo cual no es algo malo, al contrario, y es que algunos de los personajes se encuentran al borde de un cambio inminente… el camino de la sanción está abriéndose, principalmente para Carmy quien comienza a darse cuenta que está inmerso en los patrones tóxicos de su familia; la sombra de su madre alcohólica está detrás.
En esta ronda de episodios se revela que la reseña que tanto esperaba el restaurante fue negativa, y si a eso le sumamos las pérdidas que ha tenido, pues tenemos como resultado el cierre inminente del lugar: el tío Jimmy y su socio La computadora les dan un par de meses para operar antes de que cierren la llave del dinero. Así pues, si el restaurante no comienza a generar ganancias no podrá operar. Todos están en peligro.
Por otro lado, conocemos los motivos que tuvo Carmy para convertirse en Chef: en un Flashback se lo cuenta a Michael, quiere poner un restaurante porque los momentos más felices de su infancia están relacionados con las salidas familiares a comer. Y Carmy quiere replicar eso para los demás; quiere apapachar a la gente como si eso fuera a aliviar sus heridas de infancia. Y todo parece indicar que hacer felices a otros se contrapone con su propia felicidad.
Pero Carmy comienza a darse cuenta de eso… y de que su ego y sus ganas de demostrarse a sí mismo que es el mejor para salir de la insuficiencia y la toxicidad que lo aquejan, lo han estado hundiendo, y con él, se están yendo todos sus compañeros.
Por otro lado, veremos a Sydney tratando de lidiar con la decisión de quedarse con Bear o irse a otro lado. Al final, se quedará con los Berzatto, quizá por su lado tóxico que empata perfecto con ese ambiente, quizá por miedo a enfrentarse a si misma… en fin. El punto es que elige quedarse en un barco que se hunde. ¿Lealtad o autosabotaje?
Uno de los personajes que más ha crecido y que será empujado por las circunstancias —su ex se va a casar—, hacia una nueva etapa. Richard se merece más, pero en esta temporada se siente un poco estancado, a punto de perder su fe. Su trabajo en el restaurante es todo lo que tiene y está a punto de perderlo.
Tina también vivirá su momento de superación, Ebraheim está a punto de hacer una genialidad, Marcus se llevará una recompensa al final de la historia, y la mamá Berzatto tendrá un hermoso momento con su hijo que podría cambiar el rumbo de la historia.
Carmy está aprendiendo a reconocer sus errores, a estar presente, a ser agradecido y sobretodo a soltar…
En fin… la vida de los personajes parece comenzar a asentarse en una nueva etapa pero aún el restaurante no puede caminar solo… o sí. Y es que veremos un dejo de esperanza en el episodio final. Pero The Bear, aún no está a salvo. Tendremos que esperar a la quinta temporada.