por Leonardo Ponce
[av_dropcap1]E[/av_dropcap1]n 2017, Beyoncé tuvo que posponer su participación como headliner de Coachella debido a un inesperado embarazo. Después de dar a luz a sus mellizos en un parto complicado y llegar a pesar alrededor de 100 kilos, la cantante comenzó el tortuoso camino para montar un épico show que ofrecería en la edición 2018 de Coachella.Homecoming es el documental de este viaje que narra su regreso a los escenarios y rectifica su posición como una de las artistas vivas más importantes de la época. Este fue el show que acuñó el término “Beychella” (por la combinación de Coachella con Beyoncé).
El masivo espectáculo (que involucra más de 200 personas) es atípico para una presentación en un festival de música. Es más parecido, en todo caso, a una puesta en escena debido a la cantidad de gente y el movimiento que sucede en el escenario.
El show está inspirado en la fantasía juvenil de la artista de asistir a una universidad en sus años de juventud y más específicamente a una de las llamadas “Black Colleges” (universidades a las que mayoritariamente asisten personas de raza negra). Así pues, Beyoncé convocó a decenas de bailarines y músicos para que la acompañaran en el escenario.
La idea era reunir un grupo de individuos de diferentes personalidades y características que crearan la ilusión de ser parte de una fraternidad. Siendo la primera artista mujer negra en ser un headliner del festival era muy importante para ella llevar la cultura negra a un festival que se ha caracterizado por ser el festival hipster por excelencia.
Desde el primer instante que la vemos en el escenario impone, y es que si alguien ha visto un show de Beyoncé sabe que es imposible no sentir la fuerza que transmite la cantante, no sólo con la potencia de su voz, si no con sus movimientos y actitud. Y así a lo largo de las dos horas vemos a esta masa de personas generar una energía que contagia a los miles de fanáticos que gritan y cantan las canciones haciéndolo una auténtica fiesta en la que la frontera entre artista y espectadores se diluye para dar paso a una contagiosa y desbordada energía humana.
El documental vale la pena aún si uno no es fanático de hueso colorado ya que además del show, nos muestra la titánica labor que realizó todo el equipo para montar el espectáculo. Tenemos acceso a los ensayos, testimonios de los participantes y de la propia Beyoncé que narra la importancia que tuvo esa presentación es su vida y porque, a su manera de ver las cosas, ese show tenía que suceder de ese modo. Resulta muy conmovedor a inspirador ver todo el trabajo y dedicación detrás de un show que tenía como objetivo representar a la cultura afroamericana e inspirar a la gente a ser ellos mismos
Homecoming: Una película de Beyoncé está disponible en Netflix, y el disco Homecoming con la música en vivo está disponible en todas las plataformas de Streaming de música.