El documental Have a Good Trip: Adventures in Psychedelics es un viaje amable por el mundo de las drogas, que reconstruye de manera muy superficial las experiencias de artistas con la dietilamida del ácido lisérgico, sustancia popularmente conocida como LSD o ácido.
Escrito y dirigido por Donick Cary (Late Night with David Letterman y Los Simpson), este proyecto de Netflix plantea la vieja pregunta sobre si el consumo de drogas es bueno o malo, a través de las anécdotas de comediantes, actores y músicos reconocidos.
El lema es: las drogas pueden ser peligrosas pero también pueden ser divertidas.
Retomando el término griego Phármakon, una sustancia que comprende a la vez el remedio y el veneno, las drogas son y serán para siempre esta dualidad o complemento, y los efectos negativos o positivos que puedan llegar a tener, dependen de la dosis, el motivo, la pureza y las condiciones en que se consuman.
La cinta parte de este concepto antiguo para señalar que generalmente el consumo de drogas en películas educativas se representa con muchos prejuicios, inclinando la balanza hacia los efectos malos o destructivos en las personas.
Pero lejos de dar una conclusión o tener una postura al respecto sobre este debate histórico de las drogas alucinógenas que data de la década de 1960, Have a Good Trip: Adventures in Psychedelics navega entre el humor, a veces muy malo con recreaciones sobreactuadas y sin gracia, y el atractivo visual que significa ver a Sting, Carrie Fisher o Ben Stiller, contando sus buenos y no tan buenos viajes en LSD.
Durante una hora y media lo que se ve en pantalla es un catálogo de vivencias, a veces acompañadas por coloridas animaciones, pero sin ningún sustento teórico o profundo que agregue contenido a la cinta, y termina pareciendo una reunión de amigos contando chistes de cuando fumaron su primer toque de marihuana o cómo se ponían borrachos en las fiestas, con la diferencia de que aquí se habla de LSD.
Celebridades como el rapero A$AP Rocky, el chef Anthony Bourdain y Ad Rock de los Beastie Boys, ofrecen entretenidos puntos de vista, pero que repito, se quedan en el espacio personal sin ir hacia ninguna parte, y a los 20 minutos la propuesta narrativa comienza hacer efecto para advertirnos que este viaje será agonizante.
Los pasajes más interesantes son los de los escritores y científicos que con sus comentarios tratan de ponerle un plus a la conversación.
“Si puedo decirlo, la revolución de la conciencia que comenzó en los años 60, generó otros movimientos como el movimiento feminista, el movimiento ecológico, el movimiento por la paz, Greenpeace y todo eso, comenzaron, con las drogas alucinógenas”, dice el médico Deepak Choprak al final del documental.
A manera de manual de seguridad también se dan consejos básicos para cualquier principiante o novato en la materia, como por ejemplo, nunca conducir en ácido, no verse en el espejo, jamás consumir LSD con extraños y las drogas no son para todos.
Have a Good Trip: Adventures in Psychedelics desaprovecha una oportunidad valiosa para entrarle de lleno en formato audiovisual al tema de las drogas alucinógenas (ayahuasca, peyote, hongos y ácidos), que por décadas fueron reprimidas por las autoridades, específicamente en Estados Unidos, en donde se prohibió su investigación para descubrir posibles beneficios en la salud y tratar problemas de ansiedad, adicción, depresión o enfermedades mentales.
Después de ser ilegales por 50 años en Estados Unidos, la Agencia de Medicamentos y Alimentación, la FDA, finalmente aprobó estudios para evaluar el efecto de los psicotrópicos y, con esto, se abrió nuevamente el campo para la investigación científica.
Además, en 2019 Denver se convirtió en la primer ciudad americana en despenalizar el consumo y la posesión de hongos alucinógenos en mayores de edad, y después le siguió Oakland en California.
Es una lástima no haber explotado a la gran cantidad de entrevistados que aparecen dando testimonio para llevar el documental hacia otra parte, lejos de las solitarias anécdotas de las celebridades, que son el atractivo principal de la película.
