Si bien en el episodio dos comenzamos a habituarnos de nuevo al universo de la serie, las interrogantes continuan y con ellas nuestro desconcierto, pero sin que eso signifique un bajón de calidad de la serie.
El capítulo llamado “Los sobrevivientes” presenta dos líneas narrativas principales: una ocurre en 1888 y la otra en 1987.
En la primera, Martha del mundo alternativo viajará al pasado del mundo original, donde se encuentran Jonas adulto, Magnus. Franziska y Bartosz, quienes llegaron ahí por accidente. Y ahora deberán encontrar la manera de poder salir de ahí. En este tiempo nos contarán un poco de la formación de la sociedad secreta conocida como Sic Mundos Creatus Est. Un nuevo personaje, antepasado de H.G: Tanhaus, entrará al juego.
En la segunda, Katharina busca desesperadamente a su hijo Mikkel, quien al parecer, luego de que su padre anciano intentara llevarlo a la cueva para regresar al presente. está oculto con su madre sustituta Ines Kahnwald. Es en este contexto que Katharina descubrirá que Ulrich lleva más de 30 años recluido en una institución psiquiátrica.
Otras líneas narrativas se encuentran presentes, una también se desprende de 1987 y la otra se relaciona con el 2020 y el 2053.
La primera gira en torno a Cluadia Tiedeman, su hija Regina y el amante de Claudia, Tronte Nielsen (padre de Ulrich y Mads). En esta conocemos el destino de Regina y descrubrimos que Tronte tiene un papel más importante en la trama de lo que pensábamos.
La segunda se relaciona con los Doppler. Por un lado, Elisabeth y su padre está buscando al resto de la familia luego de la catástrofe nuclear, mientras que descubrimos que Charlotte se encuentra en 2053 al lado de la misma Elisabeth.
Los sujetos del labio cortado siguen haciendo de las suyas.
No se puede decir que sea un capítulo emocionante y es que continúa cumpliendo, principalmente, con la función de situarnos en la nueva problemática de la historia, aunque cuenta con algunos eventos que hacen avanzar la historia.
Lo mejor está por venir….