Mi teoría es que la pasión por la cinta es tal, que la mayoría de los directores quieren imprimir su visión de lo que debería ser Star Wars. Pero hay que tomar en cuenta que la franquicia es más grande que cualquier autor y que cualquier persona: es un univeso, una marca, una empresa que alberga diversos productos culturales y de merchandising… y es una máquina de hacer dinero.
Hay que admitirlo: Desde sus inicios Starwars fue más que una historia, se pensó como algo que podía generar ganancias más allá de la pantalla. Nos divertimos y gozamos con las historias que se nos presentan en diversos formatos, y aunque lo principal sean las versiones cinematográficas, no sabrían igual sin todo lo que existe alrededor: cómics, novelas, series animadas, playeras, juguetes y demás.
En Star Wars no hay cabida para esas visiones de autor… incluso, agradezco a Disney que cuide el producto al cual George Lucas estuvo a punto de destruir. Así que… qué mejor forma de mantener vivo eso universo si no es a través de decisiones más corporativas, por así decirlo.
Nunca pensé decirlo, quizá me estoy volviendo muy conservador, pero gracias Disney por proteger a Star Wars de algún supuesto genio que desea imprimir su visión de nuestro preciado universo. Gracias por mantener viva la esperanza.
