Hace unos días llego a la cartelera mexicana la cinta nominada a seis premios Óscar, The Father, y hasta el momento se puede considerar como una de las mejores películas en lo que va del año.
La cinta nos narra de una manera suave el terrorífico mundo de la demencia senil. La apabullante y espectacular actuación de Anthony Hopkins nos mimetiza a las circunstancias que está viviendo junto a su hija Anne, interpretada estupendamente por Olivia Colman.
El director primerizo, Florian Zeller, co-adapta su propia obra junto a Christopher Hampton y la lleva a un nivel extraordinario con un sentido humanista que nos guía para empatizar, lo queramos o no, con el padre de Anne.
Hopkins interpreta a Anthony, que deambula solo por un apartamento muy grande de Londres, su hija, está molesta porque otra enfermera renunció a causa de que su padre la acusó de ser una ladrona por robarse su reloj. Ahora a Anne, le gustaría contratar una nueva enfermera para él a la vez que está hablando de mudarse a París para juntarse con un nuevo hombre en su vida.
El director logra de una manera sutil y elegante sentirnos parte de lo que le sucede a Anthony. ¿Es o no es su departamento en donde vive junto a su hija? ¿Si se va a ir a vivir su hija a París? El reloj que dice que le robaron ¿fue verdad? Es así que poco a poco nos vamos sumergiendo a la enfermedad generando en el espectador una creciente impotencia y confusión.
Anthony Hopkins está a la altura de las circunstancias y nos entrega un personaje por momentos débil y confundido, y en otros alguien iracundo, exigente y hasta por momentos grosero, demostrando el porqué es uno de los mejores actores vigentes de nuestros tiempos.
Olivia Colman no se queda atrás, y nos brinda una actuación muy sensible ante la situación en la que se encuentra su padre, su mirada y la expresión de su rostro los dejara helados.
Como espectadores nuestra misión será descubrir lo que está sucediendo, que si es y que no es. Donde empieza la realidad y en donde termina la demencia o vicerversa.
The Father es una película abrumadora e inquietante pero a su vez humanista y compasiva; las personas que esten atravezando por una situación similar con un familiar sentirán la empatía que le imprimio su director Florian Zeller.
Por todos estos grandes atributos, la película esta nominada a seis premios Óscar incluyendo mejor película, mejor actor y mejor actriz de reparto. Ganó el premio Goya a la mejor película Europea y el Premio del Público en el festival de San Sebastian.
En conclusión, es una película íntima y brutal que ofrece una fiel representación de lo que significa el ir perdiendo la memoria.