por Paty Rodríguez
Se aproxima el estreno del nuevo remake del clásico Nace una estrella (EU, 2018), esta vez dirigido y protagonizado por Bradley Cooper y con la esperada aparición de Lady Gaga en el papel femenino protagónico.
Tras escuchar Shallow, la canción promocional de la película anunciada apenas ayer por la artista en sus redes sociales, y lanzada hoy en la mañana, nos queda claro que no pudo haber nadie mejor que Gaga para encarnar a la estrella naciente de la película, misma que se estrenó el 31 de agosto en Venecia, pero que llegará a Estados Unidos hasta el 5 de octubre.
Ésta será la tercera versión de Nace una estrella, cuya primera adaptación para la pantalla grande se hizo en 1937 y, quizá la versión que tenemos más fresca es aquella de 1976 dirigida por Frank Pierson y protagonizada por Barbra Streisand y Kris Kristofferson. La trama cuenta lo siguiente: un hombre famoso en decadencia sostiene un apasionado romance con una joven y talentosa mujer cuya carrera artística despega gracias a él.
Aquellos que somos aficionados a encontrar coincidencias y paralelismos, podríamos buscar en la carrera de Lady Gaga alguna situación que la equipare a la “estrella naciente” de la película y no tardaríamos en encontrarla. De esta manera, nos remontamos a los inicios de Gaga llenos de trabajo duro para sobresalir, cuando conoció al compositor y productor Rob Fusari, junto al cual eligió su nombre artístico, colaboró mucho tiempo, grabó su primer disco y sostuvo una relación amorosa.
Si bien el episodio con Fusari no es necesariamente determinante para la participación de Gaga en Nace una estrella, es inevitable notar las semejanzas y no especular que su propia experiencia la ayude a brillar en una cinta como ésta y, por supuesto, en la interpretación de Shallow, la hermosa y emotiva canción que nos ofrece un adelanto de lo que podremos escuchar en la película.
¿Qué es lo que hace especial a Shallow? Es claro que la conjunción de la letra y la música rompe en la mente de quien escucha la canción y a más de uno lo ha dejado emocionado y conmovido. Unos solitarios acordes de guitarra abren la canción, para dar entrada poco después a Bradley Cooper cantando, en una cadencia pegajosa y emotiva en su justa medida. Sin embargo, mientras que la voz de Cooper se nota un tanto escasa de expresividad, es Lady Gaga quien imprime en la letra el sentimiento que logra transmitir con éxito a los escuchas.
La cantante comienza cantando con voz más profunda y grave. Es en el coro, afortunadamente a cargo de ella, cuando escala a notas más elevadas y desgarradoras, que llenan de emoción a quien las escucha. En todo momento realza la emocionalidad de las líneas que canta, otorgándole un sentido especial a frases como “en los malos momentos, tengo miedo de mí misma”, y la principal “estamos lejos de la superficie ahora”. Esta interpretación nos hace pensar que Gaga está en uno de sus mejores momentos, donde, como ella misma lo dice en su canción, está muy lejos de la superficie.
Sin más, te invito a escuchar: