por Jerónimo Arellano Zandi
[av_dropcap1]E[/av_dropcap1]l director británico, Michael Winterbottom (24 Hour Party People, 9 orgasmos) junto con el hilarante actor Steve Coogan (24 Hour Party People, Ruby Sparks) nos traen la tercera entrega de su saga El Viaje (Reino Unido, 2010), pero esta vez se van a España, la tierra de las liebres.
Viaje a España (Reino Unido, 2017) sigue a dos amigos (Steve Coogan y Rob Brydon) por una ruta culinaria alrededor de España para la que han sido contratados por distintos medios. Tras reunirse en Londres, parten hacia Santander, al norte de España. De allí irán bajando hacia el sur, deteniéndose en distintas regiones para dormir y disfrutar de la gastronomía.
Viaje a España es la tercera de una saga que inicia con El Viaje, donde vemos a los mismos amigos comiendo y viajando pero por Gran Bretaña. El éxito de la cinta fue tal que se comisionó una segunda entrega con el mismo modus operandi pero a ser realizada en Italia y, al parecer, la fórmula funciona porque ahora ya vemos al dúo comiendo delicias españolas.
La cinta es una roadmovie a manera de falso documental donde la cámara es un silencioso testigo que persigue a los actores, no sólo cuando están solos, sino también en la intimidad: hablando con sus seres queridos o sus agentes.
No hay melodrama, más bien una fotografía de asuntos cotidianos como la ex-pareja que se echa de menos y se desea recuperar o un vástago que acaba de embarazar a la novia. Se lidia con el conflicto a distancia y se siente como un intruso en esta oda a la buena vida.
Tampoco hay exageración, al contrario, se percibe un realismo burgués (después de todo es un viaje culinario) en el que los dilemas personales de cada personaje permean las conversaciones del trayecto.
Winterbottom demuestra su maestría como director al jalar al espectador hacia la charla, como si fuese un tercer viajero con amigos de antaño: hay burlas, chistes, reflexiones, anécdotas, etc.
En varios aspectos, esta saga podría ser clasificada como enemiga en las elitistas escuelas de cine, ya que mucha de la acción es anecdótica y, en verdad, es como estar delante de un amiga que relata su viaje a un país exótico.
Esta sencillez es lo que hace de Viaje a España y de sus predecesoras algo orgánico donde podemos ver a los personajes imitando celebridades (Michael Caine es mi preferido) o contemplando los ricos paisajes de Hispania; desde el lluvioso noroeste hasta el abrasador sur de la península. Además, nos permiten acompañarlos a las ajetreadas cocinas de experimentados y respetados restaurantes, despertándonos más de un antojo.
Ambos protagonistas son actores de renombre en la Gran Bretaña, conocidos por su buen trabajo dentro del mundo de la comedia, pero además, son amigos en la vida real y esa química se manifiesta en la pantalla.
El director Winterbottom, ha trabajado con Steve Coogan en muchas de sus películas, pero con esta cinta se aleja de su estilo previo, muy asociado con la música y ritmo veloz, para entregarnos una cinta pausada donde se retrata la cotidianidad.
Parece que alguien lo retó a que no podía hacer una película “de nada” y que agradara. Como bien dijo George Costanza en Seinfeld: “Es un show sobre nada” que hará que valores el arte de la sobremesa.
Esperamos que llegue pronto a nuestras pantallas.