por José Luis Reyes
[av_dropcap1]M[/av_dropcap1]ucho se ha hablado sobre el declive de Netflix gracias a la gran oferta de streaming y contenido original en las plataformas digitales, pero I Am Mother (Australia, 2019) nos demuestra que estábamos en un error al pensar que la compañía líder en el ramo, ya no tiene mucho qué ofrecer.
I Am Mother es un thriller de ciencia ficción dirigido por Grant Sputore que nos sitúa en un futuro post apocalíptico donde la humanidad está prácticamente extinta y una inteligencia artificial llamada Mother (Rose Byrne) se encarga de proteger los últimos vestigios de la humanidad.
Lo único que queda como prueba de que los humanos alguna vez existimos es Daughter (Clara Rugaard) y los cientos de embriones que en un futuro conformarán una nueva sociedad. Según lo que Daughter sabe, ella es el único humano con vida, por lo que debe prepararse para ser la persona que traiga a la humanidad devuelta a sus días de gloria.
Daughter no conoce el mundo, o al menos no por experiencia propia, ya que toda su vida la ha pasado dentro de una fortaleza militar custodiada por Mother, y ésta se encarga de que no salga al mundo exterior por la supuesta radiación que mató a toda la humanidad. Todo parece normal para Daughter hasta que se encuentra con una mujer que ha sobrevivido por su cuenta todo este tiempo y hace que se cuestione todo lo que cree.
No es coincidencia que la película inicie con las clases de ética y moral que Mother le da a su hija para convertirla en el mejor ser humano que ha existido. La película está llena de cuestionamientos morales y tiene un trasfondo más profundo. El director nos plantea dilemas éticos que no parecen tener una respuesta pronta, y el hecho de estar de acuerdo o no con las acciones de Mother, nos habla más de nosotros mismos que de la película.
En I Am Mother, los momentos de suspenso están muy trabajados, pero la cinta no se queda ahí, el filme nos presenta una analogía futurista del mito de la caverna de Platón, donde Daughter debe decidir si quedarse entre las sombras que le ofrece su madre, o salir a la cruda realidad que le ofrece la misteriosa mujer.
A pesar de ser una muy buena película, es claro que no es perfecta, queda muy corta para explicar el universo que ella misma propone y parece ser más una decisión del director por no hacer el filme más largo que una pereza creativa. De cualquier manera, al terminar de ver la cinta nos quedan dudas sobre cómo es que funciona este nuevo mundo que Sputore nos plantea, hasta cierto punto hubiera sido mejor tener un filme un poco más largo, a uno con huecos argumentales.
Con todo y esto, el filme vale totalmente la pena, es un relato que, a pesar de que ya estamos muy acostumbrados a las historias de futuros post-apocalípticos, es muy original y propositivo, además, tiene momentos de suspenso que nos hacen permanecer al filo del asiento, pero, sin duda el giro del final le da un gran peso dramático a la trama y convierte a la cinta en una que no te debes perder.