Matilde (Nora Velázquez) es una mujer de la tercera edad que ha estado casada desde los quince años con Porfirio (Salvador Garcini). Lleva un año de viuda, pero sigue sufriendo los estragos de su vida de casada. Miguel (Benny Emmanuel) un adolescente abandonado por su madre que vive con su hermana mayor es el dealer de la unidad habitacional. Entre ellos surgirá una amistad bastante inusual. Esta es la premisa de la más reciente película de Ernesto Contreras, Cosas imposibles.
Al igual que en sus trabajos anteriores —Sueño en otro idioma (2017) y Las Oscuras primaveras (2014)—, el director explora la soledad y la dificultad de expresar los sentimientos, pero en esta ocasión lo hace con más humor que drama, algunos toques del absurdo y dejando de lado la intensidad, los colores sobrios y las copiadoras asesinas.
Con la secuencia previa a que aparezca el título de la película, pareciera que estamos ante otro drama del director, algo que contrasta con lo mostrado en el tráiler de la película, sin embargo, en cuanto se muestra el color morado de la unidad habitacional Iztacalco, en la que se desarrolla la mayor parte de la trama, y vemos al intérprete de “El despertar” (la canción que estamos escuchando) podemos ver el verdadero tono de la cinta.
Parte de este nuevo enfoque, se debe a que Contreras por primera vez filma una cinta cuyo guion no está a cargo de su hermano Carlos, sino de Fanie Soto quien hace un excelente trabajo, desarrollando una trama sencilla que explora muy bien las motivaciones de sus personajes principales, los cuales, al tener varias aristas se vuelven entrañables para el público, a pesar de que tanto Matilde como Miguel tienen sus claroscuros.
Matilde se volvió dependiente a nivel emocional y económico del autoritario de su marido Porfirio, y al volverse viuda, trata de llenar su vacío emocional con su gato Fidel. A manera de guiño queda claro que ha pasado su vida entre dictadores.
Por su parte Miguel, es un adolescente que a falta de un soporte emocional en casa y ante su deseo de salir adelante, realiza actividades ilícitas, con el sueño de poder juntar dinero y establecer un negocio legítimo.
En cuanto a las actuaciones, Velázquez sorprende por la manera tan natural en que muestra las secuelas del maltrato físico y psicológico que sufrió Matilde, el miedo a lo desconocido, y como su actitud ante la vida va cambiando desde que se vuelve amiga de Miguel y de Eugenia (Luisa Huertas) la veterinaria de Fidel.
Por su parte, Benny Emmanuel, cumple con presentar al adolescente que sabe que no hace lo correcto, pero que también tiene corazón y se preocupa por su vecina, pues ve en ella la misma soledad que él vive.
Mención aparte merecen Salvador Garcini y Luisa Huertas, el primero logra ser verdaderamente odioso en su papel de marido abusador / conciencia de Matilde, y ella transmitir en pocas escenas el genuino interés por su vecina y la carga de tener un secreto al igual que los protagonistas.
La suma del guion, las buenas actuaciones y la dirección de Contreras, dan como resultado una película divertida y sobre todo entrañable, la cual deja al espectador con un buen sabor de boca, al mostrarle que nunca es muy tarde o muy temprano para luchar por sus sueños. Y lo mejor, sirve de ejemplo de que no todo el cine nacional comercial tiene que ser remakes y/o comedias románticas desechables.
3 comments
Daniel! Que bonito trabajo! Parece que estaban en mi m nre contándome tu reseña! Muchas Gracias! En cuanto pueda la veré!
Daniel! Que bonito trabajo! Parece que estaban en mi mente contándome tu reseña! Muchas Gracias! En cuanto pueda la veré!
Muchas gracias Leo. Cuando la veas me cuentas que tal te pareció.
Saludos.