Tras romper los acuerdos de Sokovia al apoyar al Capitán América, Natasha Romanoff (Scarlett Johansson) se encuentra huyendo del Secretario de Estado Thaddeus Ross (William Hurt), valiéndose de todo su entrenamiento como espía, tanto de SHIELD como de la KGB. Así comienza la última película en la que Johansson interpreta a su famoso personaje Black Widow, en una cinta dirigida por la australiana Cate Shortland.
Después de varios años en que los fans pidieran una película en solitario de la famosa espía, Marvel Studios por fin responde, tristemente la cinta termina siendo una precuela de Infinity War lo cual le resta cierta importancia ya que el destino de Romanoff es conocido, y más que una buena despedida para Johansson/Black Widow, la cinta parece mas haber sido hecha para introducir a su remplazo Florence Pugh/Yelena Belova, pues termina teniendo más importancia en la trama.
A nivel argumental es bastante mediocre, copia varios momentos de otras franquicias de espías: James Bond, Misión Imposible, Bourne, etc, pero Shortlan no logra alcanzar los momentos de tensión de las cintas mencionadas ni darle una voz propia a su trabajo, lo cual es mas evidente en el ultimo tercio de la cinta en la que repite el final de Captain America: The Winter Soldier en la cual brilla mas Black Widow que en su propia película.
El villano en turno es Taskmaster, quien muy ad hoc con la cinta, puede copiar los movimientos y estilos de pelea de cualquier persona con solo verlo. Aunque en los comics es un personaje hasta cierto punto menor, la versión que nos entregan en la cinta lo hace quedar al nivel del Bane de Joel Schumacher, incluidos los pobres efectos visuales cuando al fin se retira su casco.
A pesar de todos sus defectos, la película tiene buenos momentos, como la escena inicial en que la familia huye de su hogar, y es Natasha quien más lo reciente, mirando con melancolía una noche típica de una pequeña ciudad de Estados Unidos, incluido el juego de futbol americano de la preparatoria local, mientras escuchan “American Pie” de Don McLean. Aunque muy cliché, establece perfectamente las motivaciones de los personajes.
El mayor acierto de la cinta es la interacción de la familia de Natasha, aun con pocas escenas, la química entre Alexei Shostakov (David Harbour), Melina Vostokoff (Rachel Weisz) Yelena y Natasha es palpable y sus actuaciones hacen creíble su dinámica de familia disfuncional.
Con este tibio inicio de la fase 4 del Universo Marvel en cine, sobresalen mucho más las series de Disney Plus, y es que, aunque diferentes formatos, los guiones están mejor trabajados y al momento las tres producciones presentadas se han sentido frescas. Y como bonus a los que las han estado siguiendo, podrán entender la aparición de cierto personaje en la cinta.