por Vladimir Beciez
[av_dropcap1]F[/av_dropcap1]ilmada en el majestuoso palacio de Hatfield con impresionantes vestuarios, suntuosos carruajes, pelucas, salones y obras de arte, la Inglaterra de inicios del siglo XVIII cobra vida en La Favorita (The Favourite, 2018).
Ritmo, dirección, guión, edición, cinematografía, diseño de producción, edición, vestuario y principalmente el tremendo duelo de actuación de las tres protagonistas, logran proyectar un drama exquisito e hilarante.
La cinta se desarrolla en medio de un conflicto bélico entre la corona inglesa y Francia, sin embargo no se enfoca tanto en la intriga política sino en una lucha de poder de la Casa Real.
Ambientada parcialmente en los castillos que albergaron a los personajes de la vida real, la película nos regala postales de una estética asombrosa. Verla en la pantalla grande es un deleite.
La trama se centra en la llegada de Abigail (Emma Stone) a la Casa Real Británica como parte de la servidumbre de la reina Ana Estuardo (Olivia Acolman). La consejera más cercana a la Reina es su amiga de infancia Lady Sarah (Rachel Weisz) y ella es la pieza clave para que Abigail obtenga su oportunidad de trabajo.
Totalmente empoderada, Lady Sarah gobierna, aconseja, ordena e impone, sin embargo, el poder recae en la Reina, mientras las ambiciones de Abigail crecen para ser más que sólo parte de la servidumbre. Los tres personajes entran en conflicto y entablan una encarnizada lucha de poder que pone a prueba sus lealtades, valores y jerarquías en la Casa Real.
Uno de los grandes méritos de la película radica en las múltiples dimensiones de los personajes, lo que deriva en una interacción difícil de predecir.
Deborah Davis, coescritora de la cinta, hizo una primera versión de La favorita hace veinte años y ese trabajo se llamó The Balance of Power (El balance del poder). Sin saber cómo escribir un guión para cine, decidió aprender a elaborar uno tomando cursos en una escuela nocturna. Una vez terminado, Davis presentó su trabajo a la productora Ceci Dempsey quien desde el inicio estuvo interesada; después, con el proyecto en marcha, el director griego Yorgos Lanthimos (The Lobster, 2015) decidió llamar al experimentado escritor de televisión Tony McNamara para trabajar con Davis la versión final del guión de La Favorita.
La película es el debut de Deborah Davis como escritora para cine, apenas el tercer guión de McNamara en la pantalla grande, la tercera producción de Dempsey y la primera vez que Lanthimos cuenta con un presupuesto del calibre de quince millones de dólares para realizar el largometraje. El equipo es relativamente nuevo trabajando en cine con proyectos de este tamaño y el resultado sorprende gratamente.
No sorprende el Globo de Oro para Olivia Colman como mejor actriz por su papel como la Reina Ana Estuardo, ni el premio del Instituto de Cine de Estados Unidos (American Film Institute) como mejor película del 2018, así como tampoco las nominaciones al Oscar y los premios BAFTA.
La Favorita es una obra maestra por lo que será muy difícil encontrar rivales para lo que resta de las próximas entregas de premios.