Netflix estrenó la primera temporada de la serie Carta al rey, la nueva propuesta de la plataforma para quedarse con el público amante del género de fantasía que busca llenar el vacío que dejó Game of Thrones (eso sí, con un toque más juvenil).
Carta al rey (The Letter for the King) está basada en la novela homónima de la escritora holandesa Tonke Dragt, publicada en 1962. La novela fue distinguida en 1963 con el premio Kinderboek van het Jaar como el libro infantil del año, pero, curiosamente, la traducción al inglés no ocurrió sino hasta 2013 y ahora Netflix decidió adaptar el texto para una primera temporada compuesta por 6 episodios que terminan yendo de más a menos.
La serie nos cuenta la historia de Tiuri (Amir Wilson), un joven que, muy a su pesar y contra todas las posibilidades, deberá superar todas las pruebas pertinentes para convertirse en un caballero. Su vida da un giro completo cuando decide interrumpir una de sus pruebas para ayudar al Caballero Negro, quien, en su lecho de muerte, le encarga entregar una carta al rey Favian para salvar la vida de muchas personas.
El diseño de producción es impecable. En esa parte no hay ningún “pero” que poner, exceptuando las cortinillas gráficas donde se presentan nuevos lugares y no es que estén mal, pero parecen sacadas de un videojuego.
La historia inicia de manera sólida, presentando de manera impecable a Tiuri, lo que nos permite entender el porqué de las decisiones que va tomando. Todo se ve y se siente bien escrito hasta que comienza su aventura para entregar la carta.
Y es que en ese punto se va diluyendo lo que creías que era el destino del personaje: empiezas a darte cuenta que Tiuri no es lo que esperabas, es más, hay un punto en que no sabes si realmente importa que continúe su trayecto o no, lo cual te lleva a pensar que pudieron haber invertido el tiempo en generar arcos de personaje más interesantes en los compañeros de viaje con los que Tiuri se va topando en el camino.
Pero, poco a poco, Carta al rey se va transformando en una serie medieval adolescente sin una transición correcta entre el punto A y el punto B, y entonces, el camino se desdibuja.
Otro de los elementos en donde la serie falla es en el concepto de espacio-tiempo tan relevante al inicio, y que termina por ser prácticamente inexistente: algunos personajes parecen transportarse de manera milagrosa de un lugar a otro en lugar, mientras otros tienen que cabalgar por un tiempo determinado.
Un detalle que emocionará a los fanáticos del género es la participación de dos actores vinculados a la fantasía pues formaron parte del elenco de El señor de los anillos. David Wenham, quien interpetara a Faramir en la cinta dirigida por Peter Jackson, aquí aparece como el padrastro de Tiuri, y Andy Serkis, el actor detrás de Gollum, interpreta al gobernante de una ciudad llamada Mistrinaut. Este gobernante tiene una hija de nombre Lavinia —importante para la historia— quien es interpretada por Ruby Ashbourne Serkis, hija del mismo Serkis.
Carta al rey tenía los elementos para ser una entrega sólida y no lo logró en la primera temporada. Pero no todo está perdido porque existe materia prima para crear una segunda temporada: un mundo de fantasía, magia, criaturas malévolas, misterio, romance, etc., ahora queda en los escritores lograr generar la sinergia perfecta entre esos conceptos.