Por José Noé Mercado
[av_dropcap1]E[/av_dropcap1]l arresto de la actriz alemana Allison Mack por presunto tráfico sexual, avivó los reflectores de una historia sórdida que se desvela capítulo a capítulo como un entramado malicioso y perverso: el de la organización Nxivm y su líder Keith Raniere, aprehendido el pasado 25 de marzo en Puerto Vallarta, México.
Allison Mack es conocida principalmente por interpretar a Chloe Sullivan, la amiga investigadora de Clark Kent en la serie Smallville.
Los detalles oscuros y secretos de esta aparente secta capacitadora, con fachada de estructura piramidal, podrían alimentar argumentos de películas de suspenso psicológico y terror como Hostel, Saw o Fifty Shades of Grey. O bien, ser parte del contenido del Muro de rarezas de La antorcha, el periódico del Instituto Smallville. Este muro, armado por la propia Chloe (sí, Allison Mack) como reportera y editora del periódico local de Smallville, es una colección de artículos sobre hechos extraños ocurridos en Villa Chica.
Keith Raniere, quien se hacía llamar “Vaguardia” dentro del grupo, fundó Nxivm (se pronuncia Nexium) en 1998. La organización, con sede en el Condado de Albany y representaciones en todo Estados Unidos, Canadá, Sudamérica y México, ofrece cursos para desarrollo personal y profesional, de empoderamiento ejecutivo a alto nivel, de hasta 5 mil dólares por persona.
Una vez aprehendido en nuestro país, Raniere fue deportado a Estados Unidos para enfrentar el mismo cargo que Allison, interpuesto por fiscales federales.
Carne chamuscada
Luego del reportaje “Inside a Secretive Group Where Women Are Branded” (“Al interior de Nxivm, un grupo secreto en el que se marca a las mujeres”), —publicado por Barry Meiers en The New York Times el 17 de octubre de 2017—, el presunto modo de operación de esa organización multinivel quedó al descubierto. Al principio no se encontró delito qué perseguir porque, a pesar de que se marcaba a las mujeres con hierros ardientes en la pelvis o se sometían a ritos sexuales, eran, después de todo, prácticas consensuadas.
Barry Meiers relata en su reportaje que Sarah Edmonson, exintegrante de Nxivm, le contó que como parte del rito de iniciación le pidieron a ella y a otras chicas, de entre treinta y cuarenta años, que se desnudaran y se recostaran en una mesa de masaje, “mientras otras tres mujeres sujetaban sus piernas y hombros. Según una de ellas, su ama, una integrante de alto nivel de Nxivm llamada Lauren Salzman, les ordenó que dijeran: ‘Ama, por favor, márcame; será un honor’.
“Una doctora procedió a usar un cauterizador para marcar, como un herraje, un símbolo debajo de la cadera, un procedimiento que duró entre 20 y 30 minutos. Durante horas, gritos y el olor a carne chamuscada llenaron la habitación”, consigna The New York Times, medio que también estima que el número de personas inscritas desde los años 90 a la fecha en los programas de entrenamiento de éxito ejecutivo de Nxivm se eleva a 16 mil.
El gurú
De forma paulatina, el mecanismo de lo que muchas personas y medios de comunicación ahora consideran una secta, ha sido develado por diversas exintegrantes de Nxivm.
Raniere es un hombre de 57 años, manipulador y cuativador con una inteligencia fuera de lo común, es matemático, filósofo, científico, músico, deportista, gurú y empresario referido con la categoría de IQ más elevada del planeta. Es visto como un hombre visionario que se ha comparado con Jesucristo, Mahatma Gandhi, Nelson Mandela, Wolfgang Amadeus Mozart, Steve Jobs o Michael Jordan.
Una vez liberadas del yugo de Raniere, algunas mujeres han empezado a hablar, a pesar de la vergüenza pública que supone romper la confidencialidad firmada al ingreso y revelar las prácticas al interior de Nxivm.
Pero gracias a esos testimonios y denuncias de tonalidad perturbadora, se logró entablar la pesquisa judicial que llevó a la detención de Keith Raniere quien, al igual que Allison Mack, no sólo no fue liberado bajo caución, pese a declararse no culpable, sino que está a la espera de proceso por los cargos de tráfico sexual, conspiración para el tráfico sexual y conspiración para trabajos forzados, según ha dado a conocer el Departamento de Justicia.
Tras la aprehensión de Raniere y el respectivo escándalo, Carlos Emiliano Salinas Occeli, hijo del expresidente de México, y Alejandro Betancourt Ledesma, dejaron sus puestos como directivos de Executive Success Program, grupo mexicano ligado a Nxivm. Si bien no retiraron su apoyo ni condenaron al polémico líder, difundieron un comunicado diciendo que luego de “15 años de operación exitosa de la metodología de superación personal”, dejarían la dirección de la empresa.
Reclutamiento
Además de ser marcadas con hierros ardientes, las mujeres denunciantes, que hoy suman más de una decena, hablaron también de sometimientos sexuales ante el gurú; exigencia de materiales comprometedores como fotografías con desnudos y videos en muestra de garantía, confianza, empoderamiento y liberación; exposición a material audiovisual manipulador y violento con golpizas, asesinatos y desmembramientos; intimidación y chantaje para evitar la divulgación de las prácticas del grupo; extorsión e incluso un régimen alimenticio extremo lindante a la inanición para adelgazar y ajustarse al tipo de apetencias sensuales de Keith Raniere.
Según el fiscal Richard P. Donoghue, la detención de Allison Mack del pasado viernes 20 de abril responde, en primera instancia, a su papel no sólo de allegada a la organización de Raniere, sino de reclutadora.
El esquema piramidal de la secta buscaba que cada miembro enlistara a otros con fines sexuales y laborales. En el caso de Mack (quien llegó a la organización en 2005 junto con su compañera de reparto en Smalville, Kristin Kreuk —Lana Lang—, si bien esta última no se involucró en la operación interna y se desligó del grupo hace varios años), era presunta reclutadora de un segmento VIP que incluía actrices de Hollywood y otro tipo de artistas para conformar una hipotética sororidad.
Próximos episodios
Cientos de ellas habrían sido marcadas con las iniciales de Raniere “como se tatúa el ganado”, expresó Frank Parlato, expublicista de Nxivm, según consigna Vanity Fair. Esclavas sexuales que se sumarían a su harén.
Nuevos episodios se sumarán a esta historia inquietante en los próximos días. Por la vía jurídica, desde luego, que es la prioritaria, ante los juicios de Raniere y Mack. Pero también, y no sin importancia para la reflexión, por el camino del fanatismo que defiende a su gurú.
Numerosas seguidoras han dejado pertenencias, vidas sociales, relaciones personales y estatus en apoyo y creencia de su líder. Entre ellas, la actriz India Oxenberg, nieta de la Princesa Isabel de Yugoslavia, quien tras la detención de Allison Mack viajó a Nueva York para convencerla de que abandonara su culto a la secta y sus intenciones de ir a la cárcel con tal de defender a Raniere.
Porque es claro que esas pasiones del alma encumbran e idolatran a personajes a los que se atribuye sabiduría, heroicidad o belleza extremas. Como si fueran Indra, la védica deidad con todas las virtudes.