por José Noé Mercado
[av_dropcap1]D[/av_dropcap1]urante el último lustro, Michael C. Hall descartó numerosos proyectos para volver a la pantalla chica en un papel protagónico, y se abocó más al teatro y al cine, justo en un proceso de lo que denominaría dexorcismo. La identificación, las expectativas, la carga generada del intérprete y su personaje lo persiguen. Ambos quedaron inscritos, para bien y mal, en la historia de la cultura pop reciente.Es en esa vertiente que el regreso de Michael Carslile Hall a una serie de televisión no ha pasado desapercibido. Al producir y protagonizar Safe, una obra original de Netflix creada por el escritor estadounidense de novelas de misterio y suspenso, Harlan Coben. El actor nacido en 1971 en Raleigh, Carolina del Norte, de nuevo da de qué hablar a sus seguidores tanto como a la crítica especializada.
En Safe, Michael C. Hall encarna al médico cirujano Tom Delaney, recientemente viudo de Rachel y a cargo —en la medida que su propio duelo se lo permite—, de sus dos hijas: Jenny (Amy James-Kelly) y Carrie (Isabelle Allen).
La mayor de ellas desaparecerá junto con su novio Chris Chahal (Freddie Thorp) luego de una fiesta de sábado por la noche —en la que no falta alcohol, música electrónica, drogas y una piscina—, celebrada en un suburbio londinense en el que el misterio particular de la historia se topará con capas y capas de secretos que parecen ser la esencia de sus habitantes.
Parte del atractivo de esta historia es que no cuenta con personajes superdotados para desvelar los eslabones de la investigación, que se unen de manera lógica y natural, sin golpes espectaculares aunque no por ello carentes de intriga y suspenso.
Tom Delaney, resulta muy claro, no es Dexter Morgan, ni cuenta con su agudo olfato para penetrar en la mente de quienes lo rodean y así descubrir sus más íntimas motivaciones.
Pero tampoco es un personaje tonto, incapaz de hilar, si bien para ello tiene que recurrir a dobles pesquisas luego de ser engañado o despedido con verdades a medias. Es un padre inquieto que se preocupa, pero que no puede quebrarse. No tiene con quién. Ni siquiera con su colega y compinche Pete Mayfield (Marc Warren) o la policía Sophie Mason (Amanda Abbington), con quien intenta iniciar una relación sentimental que lo saque del letargo de la soledad y la pérdida culposa.
Disposición a la mentira
Todos los personajes de Safe generan la impresión de ocultar algo y parecen dispuestos a dejar la verdad fuera de ellos. Esa es su zona de seguridad. No les molesta ni incomoda que así sea. Puede ser algo relativo a la desaparición de los jóvenes o a sus propias vulnerabilidades, sus egoísmos, su necesidad de vivir de apariencias comunitarias o individuales.
Esa disposición para la mentira a los demás, a la autoridad misma, resulta fascinante, intriga, y en el caso de la familia Marshall, encabezada por Jojo (Nigel Lindsay), es incluso motivo de una comedia tan negra como disfrutable en diálogos y actuaciones.
Zona segura
Ni Safe ni Michael C. Hall parecen trasladar al espectador por caminos nunca antes transitados. Quizá no salvan a nadie. Pero la trama de la serie, la confección motivacional de los personajes, resulta muy clara y se desgrana con inteligencia. La fotografía y la edición rebozan sobriedad y por momentos destella la elegancia del encuadre, la limpieza del guión. Actuaciones controladas, que no se desbocan. Creíbles. Como buen thriller serial, es adictivo. No se atasca ni aburre. Es zona segura.
Y parece que así concluirá, en cierto clímax, pues según el equipo de producción sólo será una temporada. Son ocho capítulos que comenzaron a liberarse el 10 de mayo, dos por semana los jueves, y finalizarán el próximo 31 de mayo. Tal vez, el fantasma de Dexter Morgan no ha desaparecido del todo de la vida profesional de su intérprete. Pero aquí —en beneficio del desarrollo de la carrera de Michael C. Hall—, no se apareció en la escena del crimen.