Reseña de los tres primeros capítulos
El show de Diego Luna llamado Pan y circo es un formato fallido que pretende exponer diversos temas de importancia para el país: lo que supuestamente debía ser una serie de discusiones acaloradas como las que ocurren cuando estamos comiendo con amigos o familia sobre temas delicados, termina siendo una coversación desabrida.
El concepto del programa es el siguiente: Luna es el anfitrión de una deliciosa comida en donde diversas voces especializadas —activistas, científicos, políticos, escritores, etc—, son invitadas para platicar sobre temas importantes de la realidad nacional.
La comida es preparada por un chef de renombre —Diego participa un poco en la preparación—, y luego el protagonista de la historia se sienta con sus comensales a disfrutarla mientras escucha atento lo que los invitados tienen que decir.
El chef pone el pan y Diego y los comensales el circo.
Y si bien los comensales plantean puntos de vista interesantes, estos no se desarrollan, quedan en un plano muy abstracto, en simple retórica, por lo que la sesión resulta aburrida.
Por otro lado, tampoco vemos discusiones acaloradas por culpa de un contraste en los puntos de vista, lo cual es algo que esperaríamos en una comida de este tipo, de hecho, es algo que el actor y anfitrión comenta en la presentación de la serie: en la comidas nos podemos decir cosas fuertes pero al final terminamos siendo amigos. Así pues… ¿dónde está el circo? Es decir, no resulta ni entretenido ni apasionante, ni revelador.
Por otro lado, el pan… o la parte gastronómica. También falla. Los platillos por muy ricos que estén resultan invitados de segunda, a los pocos segundos de que nos los presentan ya se nos olvidaron; no ocurre como en otros programas donde al final te quedas con las ganas de comer lo que viste en el show.
Diego no conduce, su actitud es muy pasiva y eso no ayuda para sentir que estamos comiendo con él y con un grupo de personas increíbles, ni mucho menos nos dan ganas de estar en esa mesa.
Dos cosas más: Por un lado, en medio de la plática se meten cápsulas o pietaje relacionado con el tema del que se habla o de la persona que está hablando, supongo que para hacer más interesante la conversación, pero sólo rompen con el ritmo de la sesión. Y por el otro, el hecho de establecer desde antes el tema de la conversación puede que acartone un poco el formato.
Pan y circo es un programa aburrido, con el pan como plato de segunda mesa y el circo como un espectáculo que deja mucho que desear.
Amazon lanzó primero tres episodios donde se tocan los temas de la Pandemia, la violencia de género y la guerra contra las drogas. Los cuatro capítulos restantes se estrenarán uno a uno los días viernes.