El sueño es la meta: “ir a la universidad, conseguir un trabajo en el que pueda ganar mucho dinero, tener una familia, y vivir una vida común. Para lograrlo, necesito 90 millones de wons.”
Extracurricular, el nuevo K-Drama original de Netflix, es una cruda serie escolar. No se centra en dificultades amorosas juveniles ni rivalidades infantiles ni en la lucha por sueños muy elaborados, es la historia de un chico que pretende sobrevivir, pero sus intentos por hacerlo lo arrastran al mundo criminal: el lado oscuro de las pintorescas calles de Seúl.
Oh Ji-soo es el modelo de hijo perfecto: mantiene altas calificaciones, no causa problemas en la escuela, no tiene amigos así que no tiene distracciones que lo desvíen del objetivo de entrar a la universidad, su profesor lo describe como un buen estudiante, sin embargo, Ji-soo no tiene quién se sienta orgulloso de él.
Abandonado por sus padres desde el noveno grado, Ji-soo se encarga de sí mismo. Es un joven inteligente que encontró la manera de sostenerse económicamente, creó un negocio por medio de una aplicación para celular que lo ayuda a pagar sus gastos y vive cómodamente a comparación de muchos chicos de su edad que desgastan su vida en empleos de medio tiempo.
El trabajo de Ji-soo no es precisamente legal, su aplicación da servicios de acompañamiento de mujeres jóvenes y a ellas les brinda seguridad con un vigilante que funge como defensor en situaciones de riesgo.
El trabajo es la principal razón por la que se mantiene alejado de todos a su alrededor, nadie conoce su rol de “tío” en el negocio de encuentros sexuales, pero no contaba con la intervención de Bae Gyu-ri en su vida y en su negocio.
Heredera de una compañía de entretenimiento, Gyu-ri vive entre comodidades que Ji-soo solo puede soñar, pero Ji-soo tiene la libertad que Gyu-ri anhela. Su relación pudo limitarse a un breve noviazgo de preparatoria, pero se convierte en una complicidad criminal.
Gyu-ri, atraída por la vida libre de Ji-soo, lo convence de hacerla su socia y la entrada de Gyu-ri al negocio, sus ideas de expansión y su capacidad de negociación los conduce a un camino inesperado lleno de salvajes enfrentamientos, muertes violentas y violencia psicológica.
Con la conmovedora actuación del nuevo talento en ascenso Kim Dong-hee como Ji-soo y Park Joo-hyun como Gyu-ri, los 10 capítulos de este drama mantienen al espectador atrapado, deseando que los jóvenes no sean descubiertos en su negocio ilegal. Es difícil no sentir simpatía con el lamentable protagonista pues cualquiera haría lo necesario para cumplir su sueño.