Reseña de la cinta Thunderbolts del Universo Cinematográfico de Marvel. Dirigida por Jake Schreier. Estelarizada por Florence Pugh y Sebastian Stan.
Yelena Belova (Florence Pugh) se encuentra en su punto emocional más bajo y para
evadirlo, se ha enfocado totalmente en las misiones clandestinas que le asigna la
directora de la CIA, Valentina Allegra de Fontaine (Julia Louis-Dreyfus) quien se
encuentra en medio de un juicio político para ser destituida, proceso que el senador Bucky
Barnes (Sebastian Stan) sigue de cerca pues no confía en ella.
Con este panorama más sombrío del que nos tiene acostumbrados Marvel Studios, incluso la fotografía es menos saturada en sus colores, es como arranca THUNDERBOLTS*, película dirigida por Jake Schreier, quien logra respetar las reglas del universo al que acaba de llegar, pero juega con ellas lo suficiente para entregar una divertida y por momentos emotiva cinta que logra sentirse fresca, y no aburrida e inconexa como Eternals (Zhao, 2021).
Son momentos oscuros para Marvel Studios, la otrora imparable máquina de éxitos
cinematográficos parece que perdió su magia tras el estreno de Avengers Endgame
(Hermanos Russo, 2019), desde entonces, el único que han tenido en crítica y taquilla
fue Guardians of the Galaxy Vol. 3, cuyo director James Gunn se ha marchado para
dirigir a la distinguida competencia.
Spider-Man: No Way Home (Watts, 2021) y Deadpool & Wolverine (Levy, 2024) no
cuentan por ser coproducción y herencia de FOX, no son productos 100% Marvel Studios.
Al igual que en los comics, los Thunderbolts surgen en un momento en que no hay
Avengers para proteger al mundo, situación que siempre fue ambigua por las escenas de
Shang-Chi y que nunca explicaron ni en película o serie de Disney+, pero a diferencia del
impreso, no es un grupo planeado con una agenda secreta por el villano Barón Zemo.
Tomando una página del libro de James Gunn, el equipo de personajes secundarios
inadaptados surge de manera espontánea ante las circunstancias en las que se ven
atrapados los villanos y antihéroes Yelena, Bob (Lewis Pullman) el U.S. Agent (Wyatt
Russell) Ghost (Hannah John-Kamen) y Taskmaster (Olga Kurylenko), el cual termina de
afianzarse cuando se les une el Red Guardian (David Harbour) y Bucky.
En manos menos capaces, habría parecido que estamos presenciando una mezcla de
Suicide Squad (Ayer, 2016) y la primera cinta de los Avengers (Whedon, 2012), y aunque
es innegable las similitudes con dichas películas, Schreier se enfoca en la salud mental de
los protagonistas, sin hacer una caricatura del tema, y logrando un buen balance con
situaciones divertidas, casi siempre entregadas por el carismático David Harbour quien se
roba cada escena en la que aparece.
Es refrescante que Marvel nuevamente se arriesgue en las tramas de sus películas,
incluyendo la forma en que hicieron la publicidad, muy al estilo de A24 e incluso haciendo
hincapié en que el director, Pugh y Stan han trabajado recientemente con la productora
indie del momento.
Y no es de extrañar el peso que se le da a Yelena, después de todo es junto a Kate
Bishop (Hailee Steinfeld) las heroínas de relevo que mejor aceptación han tenido, en gran
parte por el talento y carisma de las actrices que las interpretan.
Por su parte, Bucky sirve para darle peso al equipo, tanto por su pasado heroico al lado
de Steve Rogers, como por ser el mejor ejemplo de que en el universo Marvel existe la
redención para sus personajes, la cual puede ser alcanzada al hacer las paces con todos
los errores y crímenes del pasado, como por su esfuerzo en mejorar continuamente, no
dejando que sus miedos los consuman, temas fundamentales de la película.
Sin embargo, la cinta no es perfecta, el final es anticlimático, pero ante el giro de New
Avengers, la mayoría lo pasa por alto.
Que los otros héroes neoyorquinos no hagan algún cameo ante la amenaza de The Void,
también es algo extraño, más porque la cinta, al igual que Captain America Brave New
World (Onah, 2025) al fin conectan los sucesos vistos en las películas y series de Disney de la fallida fase 4.
Si Thunderbolts hubiera salido en cualquier fase de la saga del infinito, seria considerada
buena a secas, pero ante la baja de nivel actual, la película parece mucho mejor de lo que
en realidad es, sin embargo, si muestra que Marvel esta intentando retomar el rumbo
perdido, será con su siguiente estreno con el que sabremos si el estudio realmente lo está
logrando.