Entrevista a la directora mexicana Kenya Márquez con motivo de su película Asfixia para el podcast Permanencia Involuntaria el 18 de octubre del 2019. Versión exclusiva para la revista digital
Kenya Márquez recuerda que, cuando estaba niña, todos los días a las seis y media de la tarde veía a un ángel pasar por la ventana de su casa.
“Mi madre se iba a trabajar y me dejaba a solas a mi y mi hermana en la casa. Pasábamos muchísimas horas esperando a que llegara. A mí me daba miedo. Recuerdo que tenía como una sensación de temor. Y luego como a las seis treinta de la tarde pasaba una niña albina por la ventana de mi casa, y para mí era como un ángel, era una imagen muy celestial y entonces decía ya llega mi mamá, hay una señal por ahí”, comenta la directora con motivo de su película Asfixia, que tiene a una albina como protagonista.
El proceso de trabajo de la cinta duró ocho años. Fue un proyecto complejo debido al tema del albinismo. Y es que encontrar a la actriz no fue sencillo. Aunque en un principio, la protagonista no estaba pensada como albina: Había una historia de amor entre una enfermera y un hipocondíaco, y él era el protagonista; pero mientras Kenya avanzaba, recordó las horas de espera de su infancia y a su “ángel albino”, y se le ocurrió que el tema del albinismo podía ser importante al combinarse con la hipocondria.
Asfixia trata sobre una chica que se llama Alma, que es enfermera, quien al salir de prisión decide recuperar a su hija y recuperar su vida:”eso es como toda la metáfora de la película. No sólo para Alma, sino para todos los personajes para bien y para mal”, comenta Kenya.
En el “camino”, Alma se topa con Clemente (Enrique Arreola), el personaje hicondríaco, a quien ella comienza a cuidar pues necesita ganar algo de dinero mientras recupera a su niña. Así pues, Alma funge como una especie de ángel, es la señal de que quizá, la vida de Clemente puede cambiar. .
Si bien la cinta es una historia de amor, la directora no podía dejar pasar la oportunidad de hablar sobre la discriminación en México pero desde otro punto de vista y de una manera muy sutil: “me parecía como muy interesante tocar el tema de la discriminación a partir de una chica albina, evidentemente, y no sólo la discriminación del rubio al moreno sino a la inversa. Yo soy morena y tendría que ser al revés, o sea yo… los güeritos, y viceversa ¿no? (ríe). Pero yo creo que sin darnos cuenta caemos en lo mismo, y somos igual de prejuiciosos y juzgamos igual de perversos. Y a mí me parecía muy interesante plantearlo en la película sin que fuera una película retórica”.
La directora hace énfasis en la importancia de la historia por sobre el discurso social: “Asfixia es una historia de un amor inmenso, de una madre hacia su hija. Es una historia de alguien que tiene todo perdido y que por primera vez busca el amor o el aparente amor. Es la historia de una mujer que busca casarse y piensa que con eso va a estar el amor intrínseco. Es la historia de amor de un padre hacia su hija, de una forma distinta y violenta ¿no?. Pero creo que en particular, o en la esencia, mejor dicho, de Asfixia… es una historia de amor total. Llevada a los extremos”.
Kenya comenta que existe mucha ignorancia con respecto de las personas albinas, de tal manera que mucha gente los ve raros o podrían pensar que están enfermos: “A mí eso me parecía como muy desagradable y quería cómo plantearlo en la película también de una manera muy sutil, no decir el albino no ve bien, al albino le pasa esto con el sol. Quería evitarlo y quería que fuera como algo muy sutil y que evidentemente también fuera algo metafórico porque creo que de alguna otra forma ese ‘impedimento’ de alma, no hace que se detenga: ella va por todo, ella va por su hija, ella va por su vida, ella va a recuperar todo lo que perdió”.
En el proceso de buscar una actriz protagónica, Kenya conoció el caso de una chica albina que cuando ella nació su papá lo abandonó porque pensó que su mujer lo había engañado claro porque no entendía que era el albinismo y evidentemente y evidentemente hijo bueno mi mujer estuvo con un Rubio que no era así y la abandonó y nunca más volvió a ver a su papá entonces es un tema muy cruel muy muy que casi no se toca.
El género es otro elmento de discriminación que Kenya quería tratar: “A mí me impresionó mucho que casi el 80% de las mujeres que están presas son porque cometieron un delito porque están enamoradas de su pareja, o sea porque la pareja las convence y terminan cometiéndolo para que no terminen con ellas”.
“A mí me pareció muy fuerte, me pareció durísimo. Y luego, algo muy interesante que sucede es que la familia las juzga más fuerte que al hombre. Ningún familiar del 70% de las mujeres que están en la cárcel quiere sacarlas de ahí. O sea es como un castigo porque es más fuerte que la mujer cometa un delito que un hombre”, comentó Kenya.
Por último, cabe mencionar el papel que juega el personaje de Clemente, un personaje que pierde a su hijo y que por lo mismo se siente culpable y no se permite ser feliz: “Para mí era muy interesante pensar en esto que siempre nos sucede al ser humano. Yo creo en eso de que el destino siempre está ahí, que te presenta muchos caminos y muchas posibilidades y uno elige para bien o para mal.
“Y ahí es donde nos tropezamos o no. Y también ahí es donde nos congelamos o no. O donde el miedo nos hace congelarnos o no. Y donde decidimos si nos quedamos ahí, muertos en vida o no. La película no es una historia de amor común pero es sobre un gran amor”, mencionó la cineasta.
Kenya Márquez estudió Comunicación en la UNIVA (Guadalajara) y posteriormente trabajó en el mundo del periodismo durante casi ocho años, tiempo en el que se dio cuenta de que lo suyo era contar historias. Así pues, ingresó al CCC donde estudió guionismo, para posteriormente dar el salto como directora.
Si deseas escuchar la sesión sin editar escucha el podcast de Permanencia Involuntaria.