por Roberto Fco. Ponce
[av_dropcap1]E[/av_dropcap1]l brillante documental ficticio Rolling Thunder Revue: A Bob Dylan Story, del director Martin Scorsese, ofrece una íntima mirada del compositor estadounidense durante una de las giras artísticas más emblemáticas de la historia de la música.
La cinta que se estrenó este 12 de junio por Netflix muestra con videos y archivos inéditos lo que ocurrió en una caravana itinetrante de músicos, artistas y poetas como Joan Baez, Scarlet Rivera, Ramblin´Jack Elliott, Mick Ronson y Allen Ginsberg, que recorrió los escenarios de Estados Unidos y Canadá en 1975 y 1976 y fue conocida como Rolling Thunder Revue.
La imágenes reveladoras e interesantes capturan momentos únicos de la escena musical de los 70, como una presentación de Patti Smith en la ciudad de Nueva York, un concierto post mortem entre Bob Dylan y el poeta Allen Ginsberg junto a la tumba del escritor Jack Kerouac o una conversación personal entre el propio Dylan y Joan Baez sobre sus ex parejas.
Todos estos momentos complementan y decoran las presentaciones en vivo de la banda dirigida por Bob Dylan, quien logró poner a más de 10 artistas en un mismo escenario para interpretar versiones energéticas y renovadas de canciones como “A Hard Rain´s a-Gonna Fall”, “The Lonesome Death of Hattie Carroll”, “Just Like a Woman”, “Isis” y “Hurricane”.
La narrativa de este falso documental de Martin Scorsese es un reflejo de la personalidad camaleónica del compositor estadounidense y premio Nobel de Literatura 2016, que transcurre entre la realidad, la ficción y la fantasía de su magnética personalidad que es simplemente inalcanzable.
En la cinta aparecen actores que se hacen pasar por personajes reales que acompañaron las giras, hay historias inventadas y visiones surrealistas de los hechos, como si todo fuera un gran truco de magia ideado por Scorsese y Dylan. Y es que literalmente juegan con el espectador y lo envuelven en una dinámica de circo y engaños donde el payaso o mago principal del show (Bob Dylan), se manifiesta a sus anchas como siempre.
Escondido detrás de una máscara de plástico o con el rostro pintado de blanco y un sombrero de ala ancha, el artista nos enseña que “la vida no se trata de encontrarse a sí mismo o encontrar algo en particular; se trata de crearnos a nosotros mismos y de crear cosas”, una práctica que hasta la fecha ha realizado a la perfección.