Se rentan cuartos, la serie de Comedy Central estelarizada por Itatí Cantoral, es una comedia sumamente caótica donde la lógica de los personajes se anula gracias al chiste fácil que da como resultado un producto insípido. El planteamiento es el siguiente una familia pudiente de Monterrey (los Garza Del Garza y Más Garza) ha perdido al patriarca de la familia y se han quedado si dinero; lo único que les queda es una casa en un barrio humilde de la Ciudad de México. Así pues, la matriarca Graciela (Itatí Cantoral), su hija Stef (Yare Santana), su hijo Bobby (Paco Rueda), y su chófer (Jorge Ortín) deberán rehacer su vida en este espacio.
Cuál será su sorpresa que al llegar se toparán con que la casa está habitada (tomada) por un supuesto medio hermano de Graciela, un sujeto llamado Pepe Nacho (Armando Hernández), quien ha abierto la puerta a diversos personajes marginados y exóticos, entre ellos está Chicopasote (Carlos Espejel), un ladrón de poca monta.
Al final de este encuentro, la famiia —incluido Pepe Nacho—, terminan por convenir en que lo mejor es convertir el lugar en una casa de huéspedes, lo que abrirá la puerta para otros personajes como la extravagante, segura e independiente Shantalle (María Chacón),
Se rentan cuartos se graba en vivo, lo cual le da un aire interesante, sin mencionar que el tono de la serie es familiar. Por otro lado, cabe mencionar que el elenco no está mal y de inicio el planteamiento de los personajes es el adecuado pero parece que los actores están más preocupados por lucirse frente al público en vivo.
Lo anterior provoca que los personajes se desvirtúen debido a la exageración, que la lógica de la comedia se rompa o que haya problemas con el ritmo (y entonces los chistes “no caen en su lugar”), y las historias se sienten planas.
Se rentan cuartos resulta una comedia caótica, un pastiche con personajes desbordados que están a punto de hacernos reír o de caernos bien, pero no terminan por convencer.