por Jerónimo Arellano Zandi
La Familia (Estados Unidos, 2019) es una miniserie documental que se estrenó en Netflix el pasado 9 de agosto y que a los amantes de la intriga o de las teorías de conspiración les dará escalofríos.
La serie examina a un grupo conservador-protestante conocido como “La Familia” o “La comunidad”, así como su historia, ideología e influencia en la política de Washington, una influencia con alcance mundial.
Mucho de la serie se basa en la obra de investigación de Jeff Sharlet, quien funge como productor y tiene varios libros que tratan acerca de la influencia de grupos fundamentalistas religiosos en la agenda política de Estados Unidos.
La serie inicia en un idílico jardín otoñal donde un grupo de jóvenes aplastan sobre el lodo a otro joven que les pide que se detengan. De inmediato, entra un audio donde Douglas Coe dice: “Jesús dijo: Debes colocarme ante otras personas, y debes colocarme ante ti”.
De allí, corta a material de archivo que muestra a Douglas Coe (el personaje más importante de la familia) dando una charla. El audio que recién escuchamos es él, explicando y comparando aquellas palabras de Jesús con el juramento de lealtad que se daba a Hitler, el pacto por el cual le obedecerían sus mandatos ciegamente.
¿Qué es la Familia? Es una comunidad que fue fundada por un grupo de empresarios que buscaban difundir su visión de Jesús en el mundo y la política, crear una especie de “líderes” que gobernarían siguiendo las enseñanzas de Jesús.
Douglas Coe, hasta su muerte, fue el miembro más importante de la Familia, ganándole el sobrenombre de el hombre más poderoso de Washington del que jamás has oído.
El documental muestra cómo, a través de su secrecía, lealtad y poder económico, la Familia logró infiltrarse en los altos círculos de Washington e influir en la política, no sólo en ese país sino del mundo.
Todos los presidentes de Estados Unidos, desde Dwight Eisenhower en la década de los cincuenta, hasta Trump, han asistido al “Desayuno de oración nacional”, evento organizado por la Familia. Es allí donde se pone en función el arma más perfeccionada de este grupo: el networking.
Al reunir a hombres con poder, ya sea político o económico, bajo un mismo techo, la Familia ha logrado extender sus tentáculos alrededor del mundo, inmiscuyéndose en los asuntos de países tan lejanos como Uganda, Rusia y Rumania.
Aparte del networking, ¿qué transforma a estos hombres de poder en aliados o miembros de la Familia? El mensaje de respaldo a la autoridad a través de la Biblia. La historia del Rey David y de cómo asesinó al marido de Betsabé para ocultar el crimen de adulterio es citada por numerosos miembros de la Familia, para señalar que el líder es poderoso y es perdonado y sólo puede ser juzgado por Dios. Un mensaje que a todo tirano le llega al corazón.
Los miembros entrevistados, sin titubear, también señalan la preferencia de influir al “Lobo Rey” en vez de al cordero, el rey tiene más poder y, por ende, puede llevar a cabo la obra de Jesús exitosamente.
El documental se construye con imágenes y audios de archivo, dramatizaciones, recreaciones, entrevistas con miembros, ex-miembros, políticos y detractores. Es complejo resumir el modus operandi de un grupo tan sigiloso y ambicioso, pero la serie lo hace bastante bien, dejando al espectador enganchado y con muchas dudas.
Es importante darle un vistazo a esta serie ya que hoy en día, algunos grupos religiosos (católicos y protestantes) buscan imponer su agenda para debilitar el estado secular.