Reseña de la segunda temporada de Merlina. Serie disponible en Netflix. Estelarizada por Jena Ortega y Catherine Zeta Jones.
En medio de tanta fantasía oscura, crimen y misterio, la segunda temporada de Merlina es principalmente un Coming of Age en donde Merlina (Jena Ortega), Ennid (Emma Myers) y su nueva amiga Agnes (Evie Templeton), deberán crecer de una manera un poco salvaje para poder seguir adelante con su vida (literalmente).
La temporada inicia con Merlina exponiendo su trabajo como detective-vigilante-psíquica de asesinos seriales durante el verano. Merlina está a la búsqueda de uno en particular: el desollador de Kansas City, un criminal que ha sido su obsesión desde los 6 años y que ha conseguido burlar a las autoridades. Gracias al libro de Goody, la protagonista ha conseguido controlar sus habilidades psíquicas, razón por la cual se ha lanzado a la caza del susodicho.
Merlina tiene éxito y termina dándole una cucharada de su propia medicina al desollador, sin embargo, el uso de sus poderes le está generando un inconveniente: cada que tiene una visión, lágrimas negras escurren de sus ojos.
El problema anterior es sólo uno de los pocos a los que deberá enfrentarse, y es que por otro lado, una serie de asesinatos relacionados con una parvada de cuervos comenzarán a rondar su entorno. Al principio parecen relacionarse con ella de manera directa, pero poco a poco veremos que la situación es un poco más compleja de lo que se pensaba.
Por lo pronto, un nuevo ciclo escolar comienza en la Academia Nunca Más. Ahora hay un nuevo director llamado Dort (Steve Buscemi) quien desea que la escuela reviva sus años de gloria, y Merlina se ha vuelto sumamente popular, lo cual es una verdadera molestia para ella. Por su parte, Enid desea seguir escalando en el ámbito social.
A la vida de Merlina se acercará una nueva amiga-acosadora llamada Agnes cuyo rol se irá esclareciendo poco a poco. Un personaje del pasado reaparecerá para guiar a Merlina en esta etapa de su vida: la ex directora Larissa Weems (Wendoline Christie).
Los conflictos entre Morticia y Merlina escalarán de manera importante, principalmente por la cercanía de la primera en esta temporada. Y es que Dort desea que la primera sea la encargada del Comité para la donación de fondos.
En esta ocasión, Pericles tiene un rol más importante. De entrada, conseguirá tener un amigo zombi que generará varios estragos dentro de la comunidad.
Las tramas se irán enredando cada vez más para entrelazarse unas con otras, conectando de manera inesperada e ingeniosa, a veces de maneras absurdas, para presentarnos varios giros de tuerca.
En la segunda temporada de Merlina habrá grandes sacrificios: tanto Merlina como Enid y Agnes deberán morir de cierta manera para poder encontrarse a sí mismas, así que deberán decir adiós a una parte de ellas, pero lo más importante es que no deberán hacerlo solas.
Si bien tendremos más momentos con Morticia que exponen la relación que tiene con su madre Hester Frump (Joanna Lumley) y con la misma Merlina; un triángulo conflictivo en donde Morticia no se lleva con su mamá, pero Merlina sí, y a su vez, la protagonista no soporta a su madre pero puede lidiar a su abuela. Este conflicto familiar seguro será resuelto en la tercer temporada pues al final se revela un secreto que podría cambiar las relaciones familiares.
Los hombres Adams, Homero (Luis Guzmán), el tío Lucas (Fred armasen) y Pericles (Isaac Ordóñez), también tendrán sus momentos pero serán principalmente anecdóticos. Ya veremos si en futuras temporadas llegamos a conocerlos un poco más.
Para concluir: la serie es bastante entretenida, aunque a veces pierda un poco de verosimilitud y coherencia. Lo mejor es el cierre de la historia, el cual resulta conmovedor y satisfactorio. Además, dejó varios cabos sueltos para la tercera temporada así que todos la esperaremos con ansia.
