Reseña de la cinta Maxxxine. La película no logra el propósito del director, pues intenta abarcar demasiados temas lo cual hace que se sienta saturada.
Durante una conversación con Maxine (Mia Goth) la directora en ascenso Elizabeth Bender (Elizabeth Debicki) dice que su meta es hacer una B-movie with A ideas, algo así como una película barata con ideas de primera, frase que sirve para ver cual personaje es el alter ego de del guionista, editor y director Ti West, y en especial cuál era su meta con su más reciente y ambiciosa película.
Lamentablemente Maxxxine (West, 2024) no logra el propósito del director, pues intenta abarcar demasiados temas, lo cual hace que la cinta se sienta por momentos saturada, y también provoca su mayor defecto, descuida el desarrollo de sus personajes, en especial de la protagonista, a la cual hasta se puede decir que traiciona.
Para el cierre de la trilogía, West ya no cuenta con Goth para ayudarle con la trama, y sin ayuda, no logra integrar de manera homogénea todas sus ideas: asesinos seriales, pánico satánico, y lo turbio de la industria del entretenimiento para adultos.
Jamás ahonda en nada, además incluye el tema de las sectas, el cual habría sido suficiente, pues lo insinuaba al final de X (West, 2022).
El mayor ejemplo de lo mal integrada que esta la trama son todas las menciones del infame asesino serial Night Stalker, el cual se encuentra en pleno apogeo de sus crímenes.
Por momentos se juguetea con la idea de que nuestra protagonista ira tras él, sin embargo, esto nunca pasa, si se borraran todas las menciones al asesino, no le afectaría en nada a la cinta.
Gran parte del éxito de las dos primeras entregas de la trilogía, además del carisma y actuación de Goth interpretando a Maxine y Pearl, fue que cada una tenía una identidad, a pesar de que en ambas se tomaban elementos de otras películas y se criticaba el puritanismo y la represión sexual de la sociedad norteamericana del siglo pasado.
Mientras X es un slasher que cumple con los tropos del subgénero, pero dándoles un toque fresco -la final girl, no es la chica virginal, sino la actriz porno en ciernes Maxine Minx- en Pearl (West, 2022) nos entregaban un estudio de personaje, en el que combinan elementos de cuentos de hadas, las primeras películas en technicolor y algunos elementos del slasher, pero sin llegar a ser uno.
Al fallar en establecer un arco para el personaje y un tono para la película, West depende de escenas que remitan a las cintas anteriores, el casting de Maxine y el grupo de actores con uniformes de la primera guerra mundial, haciendo eco de Pearl, y homenajes a otras películas, el motel Bates de Psycho (Hitchcock, 1960) y la escena del callejón que hace un guiño a las películas de venganza como The Last House on the Left (Craven, 1972), para mantener a flote la trama.
Sin embargo, el peor pecado de la cinta ocurre en el tercer acto, y no es que la identidad del asesino sea telegrafiada casi desde el inicio, o la mala y hasta confusa edición de las escenas finales, sino que Maxine necesita ser rescatada, despojándola de eso que la hacía especial y la diferenciaba de las otras protagonistas de este tipo de películas.
Afortunadamente, la presencia de Goth es suficiente para ver la película, además, la química que muestra con Giancarlo Esposito, quien interpreta a su agente, y Debicki, nos dejan deseando que sus interacciones tuvieran más tiempo a cuadro.
Mención aparte merece la actuación de Kevin Bacon, quien por momentos pareciera sobreactuado, sin embargo, su carisma y que sea palpable que se está divirtiendo, hace que sea muy entretenido verlo en su papel de detective privado sin escrúpulos.
A pesar de las actuaciones y de la excelente ambientación, se siente la suciedad y peligro de las calles y callejones de Los Angeles de mediados de los ochenta, la cinta a diferencia de sus predecesoras no ofrece nada por lo que valga la pena verla en cines, es mejor esperar al streaming.