La cinta francesa Lost Bullet es una historia policiaca cargada de acción en donde el director y guionista Guillaume Pierret, a pesar de no contar con un gran presupuesto, optimiza los recursos al máximo para hacernos pasar un buen rato.
La trama gira en torno a un ex criminal llamado Lino (Alban Lenoir), quien es arrestado por la policía luego del atraco fallido a una joyería. El protagonista es un mecánico experto que modificaba automóviles para soportar colisiones, los cuales eran utilizados en sus robos.
Afortunadamente para él, uno de los mandos policiales llamado Charas (Ramzy Bedia), se da cuenta del talento de Lino y lo recluta para que trabaje como mecánico para la policía a cambio de reducir su sentencia.
Meses después de este arreglo, Charas encuentra a un grupo de criminales cuyo carro tiene un dispositivo parecido al que Lino traía en su vehículo cunado intentó robar la joyería. Charas acude con Lino para ver si sabe algo, y éste descubre que posiblemente su hermano esté involucrado con dichos criminales.
Ambos deciden ir por el hermano de Lino para interrogarlo pero son traicionados por dos detectives corruptos; uno de ellos mata a Charas, mientra Lino tiene la oportunidad de escapar. Por supuesto, nuestro protagonista sabe que los policías intentarán inculparlo por lo que deberá encontrar las pruebas necesiaras para esclarecer a muerte del hombre que le dio una segunda oportunidad.
Dos son los puntos débiles de esta película, que hacen que no pase de una película palomera.
En primer lugar, Lost Bullet nunca logra hacerte sentir que estás en una carrera contra el reloj, de hecho, hay momentos en que parece que nadie está siguiendo a Lino y que tiene todo el tiempo del mundo para resolver el conflicto. Y de hecho, así ocurre: él se toma el tiempo para resolver sus conflictos amorosos, no siendo esto pieza clave para esclarecer la muerte de Charas y limpiar su nombre.
En segundo lugar, diálogos innecesarios. Los detectives se la pasan lamentándose de lo ocurrido en el pasado o a reprocharse entre ellos, situaciones que entorpece el desarrollo de la historia.
Lo que sí funciona y que salva de panzazo a esta cinta son un par de secuencias de acción bien logradas que hacen de Lost Bullet una opción aceptable de divertimento para continuar con nuestra vida en esta nueva normalidad.