[av_dropcap1]C[/av_dropcap1]artas de Van Gogh (Loving Vincent, 2017) es una película que pasará a la historia de la cinematografía por ser el primer filme pintado a mano al óleo.
Cada uno de los 65 mil cuadros animados que se ven en la película fueron realizados por más de 100 pintores profesionales.
Esta obra visual es un digno homenaje al pintor holandés, una fiel representación gráfica de su trazo y una propuesta innovadora para contar su historia.
Los creadores Dorota Kobiela y Hugh Welchman captan la esencia del estilo del solitario artista a través de un lienzo animado de una hora con 34 minutos.
La narrativa lleva al espectador por el último pasaje de la vida de Vincent Van Gogh (Robert Gulaczyk) antes de morir en el pueblo francés de Auvers-sur-Oise, y muestra en retrospectiva la relación que tuvo con algunas de las personas que pudo retratar en vida.
Un año después de su muerte en 1890, el cartero Joseph Roulin (Chris O’Dowd) y amigo del pintor, encarga a su hijo Armand Roulin (Douglas Booth) entregar la última carta que escribió Van Gogh a su hermano Theo (Cezary Lukaszewicz).
Durante el viaje, Armand conoce a personajes importantes como al Doctor Paul Gachet (Jerome Flynn), médico de cabecera durante los últimos días de Van Gogh, y quien sería fuertemente cuestionado por no evitar su fallecimiento.
En este relato detectivesco, Armand Roulin se sumerge en los misterios que envuelven la personalidad y el mito del artista, y termina de alguna manera comprendiendo su solitaria existencia.
La trama se cuenta con las cartas que se escribieron Vincent y su hermano, y a pesar de que el guion no es uno de los ejes fuertes de la película, sí ofrece una mirada básica para quien no está familiarizado con la obra del autor postimpresionista.
Es el contenido visual que transmite Cartas de Van Gogh lo que vale la pena resaltar, y es ahí donde destaca el esfuerzo de todos los artistas involucrados en la creación del largometraje. En este sentido, la mexicana Mayra Hernández Ríos fue la única latinoamericana que participó en la producción pintando 800 imágenes.
La animadora explicó en entrevista para la revista Proceso (no.2143) que la técnica que se utilizó en el filme se llama rotoscopía, y que consiste en grabar primero a los actores reales para después proyectar ese video a los animadores que se encargan literalmente de pintar sobre esas secuencias de imágenes.
Las escenas se inspiran en 94 pinturas de Van Gogh, entre las que destacan “Terraza de café por la noche”, “La noche estrellada, “El dormitorio en Arlés” y una serie de retratos que dan vida a los personajes de la cinta.
El equipo de producción desarrolló un sitio web que se llama lovingvincent.com en donde publican todo el contenido relacionado con la película. Se pueden encontrar datos relevantes con información del proceso de creativo, la técnica de animación, los videos, las imágenes y las noticias relacionadas con la exhibición de la cinta en el mundo.
Incluso hay una exposición que estará hasta el 28 de enero en el Museo Het Nordbrabants de Holanda con 120 de las pinturas que se utilizaron en la filmación. Posiblemente veremos esta misma muestra en otros recintos culturales del mundo próximamente.
Cartas de Van Gogh es un deleite visual imperdible y nostálgico que acerca al espectador al talento inigualable de quien fuera uno de los artistas sin parangón de toda la historia.