Reseña de la cuarta temporada de The Witcher con Liam Hemsworth como Geralt de Rivia. Disponible en Netflix.
A todos los fans de la serie nos gustaría que Henry Cavill hubiera estado en este temporada pero la verdad es que está tan buena que no se le extraña. Lo siento Henry… pero Liam acompaña de manera estupenda a la trama y encaja perfecto con sus compañeros de ficción… en especial con Yennefer de Vengerberg,
La cuarta temporada de The Witcher es sin duda la mejor. Es la que mayor claridad narrativa tiene —no importa si recuerdas que pasó antes o no—, es la más emocionante y la más violenta. En las entregas previas, el sentido de la trama se perdía entre tanto contexto y líneas narrativas. Pero ésta se mantiene firme, por decirlo de alguna manera: los realizadores saben muy bien hacia a dónde debían llevarnos sin perder el rumbo.
La serie nos entrega tres líneas principales: por un lado tenemos a Geralt (Hemsworth) quien busca desesperadamente llegar a Nilfgard para rescatar a Ciri (Freya Allan) de las manos de su padre Emhyr (Bart Edwards), quien por cierto, tiene intenciones de casarse con su hija pues el heredero que tenga con ella es la clave para un poder inmenso. Suena un plan atroz, pero Ciri no está ahí… en realidad Emhyr tiene a una doble que fabricó para engañar al emperador. Lo cual no lo exime de responsabilidad pues él no lo sabe. Ya se enterará después.
Luego está Yennefer (Anya Chalotra), quien no sólo debe buscar a Ciri sino que además debe preparar un ejército para enfrentar al poderoso mago Vilgefortz (Mahesh Jade), situación que se ve sumamente compleja… todos sabemos que viarias brujas morirán. Yennefer deberá probar sus habilidades como líder para defender su legado y el de sus hermanas.
Y por último tenemos a Ciri quien terminó juntándose con un grupo de ladrones conocido como Las ratas con quienes desea olvidarse del pasado, y aunque parece encontrar cierta hermandad con ellos, el problema es que su influencia alimenta el lado oscuro de la heredera de Cintra.
En medio de las ratas, monstruos, magos, brujas y asesinos, hay dos personajes que resaltan: por un lado tenemos a un poderoso vampiro de 400 años llamado Regis, interpretado magistralmente por Laurence Fishbourne, y por el otro a un brutal caza recompensas llamado Leo Bornhart (Sharlto Copley).
El primero resulta astuto, misterioso y amenazante pero conforme lo conocemos se convierte en un personaje que queremos ver siempre en pantalla. El segundo es un desgraciado, pero resulta emocionante ver quién de los protagonistas podrá acabar con él. Es obvio que en esta temporada veremos morir a personajes entrañables pero al final vale la pena.
En esta cuarta temporada tenemos una pasaje que resulta sumamente conmovedor y nos revela con mayor claridad de qué va la serie: Geralt se encuentra con un par de espectros que han quedado atrapados en un loop trágico: una madre y una hija buscan reunirse con el progenitor y esposo (respectivamente) pero no lo pudieron lograr, y sus espíritus quedaron atrapados en el dolor. Geralt puede identificarse con su dolo y ansiedad… y es que finalmente, él también busca reunirse con su familia, con su pareja Yennefer y su hija Ciri.
Geralt ha cambiado, de tal manera que viaja en compañía de un grupo pintoresco de personas con las cuales no se juntaría, por decirlo de alguna manera. Dos enanos, un gnomo, un ex oficial de Nilfgard, un vampiro, un bardo y una experimentada arquera que vivió con las driadas de Brokilon.
En esta entrega nos daremos cuenta de que la mayoría de los personajes de la serie sólo desean la conexión con otros seres humanos en una comunidad, podríamos llamarle cofradía, hermandad o familia. Es el sentido de pertenencia lo que da estructura y una razón de ser a estos personajes, es lo que los dota de “humanidad”. Y cuando esto hace falta, su lado oscuro, su resentimiento, aflora y se convierten en monstruos.
En fin, si son fans de la serie The Witcher, o por lo menos han invertido tiempo en las temporadas pasadas y spin-offs, no se pierdan esta temporada. Ojalá que la quinta sea, al menos igual, pues la serie cerraría con broche de oro.
