Tras más de un año de espera, regresó Sex Education con su tercera temporada, la cual nos vuelve a situar en la escuela preparatoria de Moordale, para seguir acompañando a Otis, Maeve, Eric, Adam y compañía en no solo el inicio y descubrimiento de su vida sexual, sino en episodios reales de la adolescencia, tan divertidos como emocionales.
A lo largo de sus primeras dos entregas, Sex Education nos introdujo al mundo de Otis –un joven tímido que decide emprender una clínica clandestina de terapia sexual acompañado por Maeve, la chica brillante y rebelde de su generación–, al tiempo que conocemos a sus compañeros, quienes lidian con su despertar sexual y etapa de autodescubrimiento.
Una comedia juvenil que deja de lado los clichés del género y logra plasmar con acierto situaciones propias de la pubertad, lo que viven los jóvenes hoy en día, así como desarrollar personajes entrañables, en constante evolución de una temporada a otra. Una trama que madura a la par de sus protagonistas.
Ahora, en esta tercera parte, vemos a un Otis más seguro de sí mismo, ya en pleno despertar sexual, pero con emociones encontradas por sus relaciones amorosas con Maeve y Ruby, mientras su familia está por crecer tras el sorpresivo embarazo de su madre.
A la divertida trama se le suma la llegada de una nueva directora a Moordale —Hope Haddon, interpretada por Jemima Kirke—, quien pondrá en jaque a los estudiantes con sus estrictas reglas, pues desea borrar la “mala fama” que se ganó la escuela, por su ayuda y apertura con los jóvenes en temas de sexualidad y por el inolvidable musical de la temporada anterior.
Luego de tres temporadas, la historia no olvida a ninguno de sus personajes, desde los jóvenes hasta los adultos, logrando mostrar la evolución y problemática de cada uno de ellos. Eric, Jackson, Aimee, Lily, Ola e Isaac, todos representan un momento especial de la adolescencia. También, la serie ahora le da más protagonismo al desarrollo de Adam y Ruby, quienes se vuelven fundamentales en esta irreverente comedia inglesa y cuyos trabajos son más que destacados.
Sex Education, que aborda de manera natural y normaliza el tema de la educación sexual en los jóvenes, también pone en pantalla cuestiones coyunturales, como la identidad de género, inclusión, respeto, bullying y acoso sexual, pero nunca perdiendo el tono divertido ni forzando la historia.
Los jóvenes, que están a punto de dar el paso a la universidad, viven situaciones totalmente distintas a las de primeras temporadas, por lo que serie se siente en constante transformación. Es imposible no identificarse con personajes o situaciones, independientemente de la edad de cada espectador.
La serie de Netflix, creada por Laurie Nunn y protagonizada por Asa Butterfield, Gillian Anderson, Emma Mackey, Ncuti Gatwa y Connor Swindells, entre otros, no tiene confirmada una cuarta temporada, pero el final queda abierto para una entrega final.