por Fausto Ponce
[av_dropcap1]L[/av_dropcap1]a salida del sol saturó los servidores de Netflix el pasado domingo 22 de abril, según reportan varios medios. La serie de Luis Miguel se convirtió en fenómeno de redes y demostró que el cantante aún tiene la capacidad de mover masas. Y bueno, este primer capítulo valió la pena.La serie acierta en la exposición del conflicto: Un niño con un don genial deberá llevar a cuestas la estabilidad económica de una familia cuyo padre está lejos de ser un dechado de virtud: es explotador, controlador, vividor y lleno de vicios. Y todo a costa de su persona, su infancia y sus intereses. El caldo de cultivo perfecto para apertura de profundas heridas que ni la aceptación de las masas podrá sanar.
El padre de Luismi, conocido como Luisito Rey (Óscar Jaenada), gozaba de cierta fama en España, pero en México no ha tenido buena suerte… es eso o simplemente su personalidad bohemia y vividora lo ha puesto, a él y a su familia, en una situación paupérrima. Ante la falta de salidas, Luisito Rey opta por la salida fácil: otorgar a su hijo al mundo de la farándula y a los peligros que ésta supone, sin mencionar las transgresiones que le causará.
Más allá de unas cuestiones técnicas y producción, el inicio de la serie es muy bueno: casi de inmediato nos aliamos con Luis Miguel, nos conmovemos y solidarizamos con su situación y quedamos pendientes de lo que podrá sucederle en el siguiente episodio.
Diego Boneta (Luismi) está a la altura de las circunstancias y su voz no demerita el talento de El Sol. Gran actuación también la de Jaenada y la de Anna Favella, quien interpreta a la madre, Marcela. Por cierto, el verdadero Luismi tiene un cameo por ahí, junto a su amigo El Burro Van Rankin.
Esperemos que la serie no se caiga, cosa que podría pasar si los realizadores deciden cuidar la imagen del cantante y no profundizar en sus heridas.
- Les dejo un previo de Luismi que hicimos en Permanencia Involuntaria:
- También pueden descargarlo en iTunes Store, o en www.permanenciainvoluntaria.com
1 comment
Gracias mi Fausto! Siempre tan objetivo! Excelente narrativa