El principal acierto de On My Block, serie original de Netflix, es que logra dar una vuelta a la cansada fórmula de la típica trama de las series para adolescentes al ofrecernos un enfoque novedoso, fresco y con diálogos llenos de humor que nos hacen sentir cercanos a cada uno de los personajes sin importar nuestra lengua o lugar de origen.
Ésta es una serie que no solo divierte y mantiene atento al espectador, sino que lo lleva a comprender y empatizar con la comunidad latina de un Los Angeles muy alejado del glamour y la ostentosidad de Hollywood.
La serie inicia con una fiesta que cuatro adolescentes observan desde atrás de un muro. “Miren eso: pronto seremos ellos. Así es la preparatoria”. De pronto, se escucha un disparo, todos corren, “Esa fue una .38”, “¡No! fue una .45”, “Sonó como una .44”, suena otro disparo y entre risas y sonidos de patrullas gritan al unísono: “¡Es una .357!”
Esta secuencia inicial nos sitúa en un barrio latino en el que nuestros protagonistas lidian con mucho más que sacar buenas calificaciones:
Jamal, cuyo padre fuera el mejor jugador de football durante la preparatoria, se ve obligado a seguir sus pasos, pero, a pesar de su inigualable ingenio y facilidad con las palabras, carece de todo talento deportivo.
Ruby es el más pequeño de una gran familia de inmigrantes mexicanos y tiene que lidiar con las costumbres y constantes órdenes de su madre y su abuelita, pero ellas no influyen en su personalidad extrovertida. Él intenta ligar con todas las mujeres aunque lo rechacen constantemente por ser un nerd que mide 1.56 cm.
Monse, la única chica del grupo, tiene una inusual historia de abandono que da pie para mostrar la fortaleza con la que lo supera. Nos brinda una perspectiva femenina y es un ejemplo de empoderamiento sin pretender serlo.
César es el hermano menor del líder de una banda de gángsters que controla el barrio. Él lucha constantemente entre hacer lo correcto y hacer lo que su familia espera de él.
Si bien se ha hablado hasta el cansancio de la representación latina dentro de los medios estadounidenses, pocos proyectos, sobre todo dirigidos al público adolescente, han explorado este mundo como lo hace On My Block, ya que al introducir la misma fórmula exitosa de series como Everything Sucks, Atypical e incluso Stranger Things, nos da la sensación de que estamos observando algo conocido con lo que nos sentimos a gusto, nos llama la atención y nos divierte.
Esto nos da oportunidad de apreciar los detalles de una cultura que puede ser ajena a nosotros pero que a la vez se siente conocida. Todo ello dentro de una trama interesante que toca temas como el sentido de pertenencia, el arraigo y el origen.
Disfrazada de comedia adolescente, con conflictos entre bandas de cholos, búsquedas de tesoros y fiestas de XV años, On my Block nos ofrece la oportunidad de explorar la Latinoamérica que hay detrás de la frontera, donde cuatro amigos adolescentes nos muestran un espejo de nuestra propia identidad y del valor de la amistad en tiempos en los que la lealtad y la confianza escasean.
Puedes verla en Netflix.