Eso es Dirk Gently, una locura que tiene perfecto sentido y que es capaz de enganchar a uno que otro incauto que guste de ver historias poco convencionales que mezclen la fantasía, la ciencia ficción, la novela negra y el género detectivesco. ¿Por qué gusta? Porque creo que al final de cuentas, la visión disparatada del mundo de Dirk Gently se asemeja mucho a nuestro mundo.
La serie de televisión fue creada por Max Landis, quien a su vez se basó en la novela Dirk Gently’s Holistic Detective Agency de Douglas Adams (escritor de La guía del viajero intergaláctico). La serie comparte la estructura y tono de la novela, es decir, una historia que mezcla la ciencia ficción con lo sobrenatural, un poco de horror y comedia dentro del género detectivesco, y que se cuenta a través de diversos puntos de vista que en apariencia no tienen nada que ver. Por cierto, la serie acaba de ser cancelada.
La primera temporada de la serie de televisión nos presenta a Dirk Gently (Samuel Barnett), un sujeto extravagante, un poco histérico y un poco disperso en su discurso… de hecho, nunca parece saber hacia a dónde aunque sabe una cosa: todo está conectado, todo pasa por una razón.
Dirk debe resolver el asesinato de un sujeto adinerado llamado Patrick. En el camino se topará con viajeros en el tiempo, con una extraña secta, vampiros energéticos, una unidad secreta del gobierno y a un sujeto mediocre y perdedor llamado Todd (Elijah Wood), quien trabaja como botones en el hotel donde Patrick fue asesinado. También conoceremos a la hermana de Todd, Amanda (Hannah Marks) —quien tiene una extraña condición que le provoca alucinaciones—, y a una ruda mujer experta en seguridad, tipo guardaespaldas, que responde al nombre de Farah (Jade Eshete).
En la segunda temporada, el detective holístico deberá encontrar a un niño y devolverlo a un mundo fantástico habitado por criaturas mágicas, caballeros malvados, sujetos con pelos de colores que se dedican a ser granjeros y otros sujetos que visten como de la edad media, ah, y un mago malvado y una bruja del bosque.
Pero antes de eso, su compañero Todd y su amiga Farah, deberán liberar a Dirk Gently de las instalaciones del gobierno que maneja Blackwing, una dependencia que desea controlar a los sujetos que tienen algún tipo de poder, el cual ni ellos, ni los propios sujetos a los que persiguen, entienden.
Las dos temporadas son bastante buenas, la segunda mucho más descabellada que la primera pero ambas son muy consistentes en sus líneas narrativas, algo complicado dada la aparente forma desestructurada de la serie que adquiere sentido prácticamente al último episodio.
Dentro de todo esa locura, Dirk Gently resulta bastante coherente cuando se extrapola a la realidad, y esa es quizás una de las razones por las cuales funciona la serie. En el mundo real, nos topamos constantemente con situaciones aparentemente sin sentido a las cuales les damos explicaciones de todo tipo, alejadas de lo racional y del pensamiento científico… y por más que lo intentamos parece no haber respuesta.
Sin embargo, como dice Dirk Gently: “todo está conectado”, así que al final, todo fenómeno tiene una explicación, toda situación que acontence en nuestra vida tiene un por qué, para bien o para mal, aquella ruptura con nuestra novia nos llevó a conocer a una persona mejor para nosotros, o nos llevó a descubrir que habíamos matado una parte de nosotros… o que aquel trabajo desagradable en el que estuvimos por años nos llevó a descubrir que nuestro camino era para el lado contrario.
Y es que al final, así es la vida… una serie de eventos que la mayoría de las veces no parecen tener sentido, pero al final, siempre descubrimos que todo pasa por algo.