por J. A. Zandi
[av_dropcap1]E[/av_dropcap1]n Amazon Prime se puede encontrar una de las joyas más pulidas pero desconocidas de la comedia televisiva: Community (2009-2015).
El creador de la serie, Dan Harmon, co-creador de Rick & Morty, basándose en la clásica trama gringa de aventuras y travesuras de inadaptados en una universidad, creó una de las series más frescas y cómicas de los últimos 20 años en la que siete personajes con nada en común y con muchas peculiaridades forman un grupo de estudio. Cada uno de ellos representa un arquetipo moderno: el cínico abogado (Jeff Winger), la burguesa justiciera (Britta), la ñoña ingenua (Annie), el astro deportivo tímido (Troy), el anciano rabietas (Pierce), la madre religiosa (Shirley), y el cineasta indescifrable (Abed).
La excentricidad de los personajes y de la universidad son los detonantes de todas las historias que ocurrirán en cada episodio.
La noción de ser parias de la sociedad es el elemento esencial para la funcionalidad de la serie. En los Estados Unidos, un Community College es una especie de universidad técnica que se encuentra en la parte más baja de percepción en la pirámide universitaria. Es un centro que atrae a los más inadaptados e indeseados de la sociedad y la trama juega con esto.
La serie comienza cuando Winger, un ex-abogado feroz que perdió todo cuando su bufete se enteró que jamás obtuvo su título de derecho, intenta seducir a Britta, una burguesa que sueña con luchar contra el status quo. Su plan es sencillo: la invita a estudiar español, pero no contempla que ella invitaría a otros cinco amigos. Sin embargo, con esto nace un grupo de estudio. A partir de ese momento, las interacciones entre ellos y con otros miembros de la comunidad universitaria darán a luz muchas aventuras.
Esta serie para mí es un Big Bang Theory bien hecho. No es Sitcom ya que no hay audio de risas y los personajes están creados con una naturalidad que no se ve forzada. No dependen de oneliners y la tensión y estupidez de las situaciones crecen a niveles donde se omiten las reglas de la coherencia y uno ríe. En otra palabras, la serie no es tímida y arrojan todo por la ventana para llegar a niveles de ridiculez inimaginables: torneos de paintball que destruyen todo el campus, comida contaminada que desata un ataque zombi con música de ABBA. En verdad que es difícil señalar todos los ejemplos en una reseña tan breve.
Las menciones de la cultura pop que se hacen en la serie son magníficas y surreales: videojuegos, paintball, zombis, películas de horror, series británicas de ciencia ficción, Dungeons and Dragons, películas de asesinos seriales, etc.
Los alumnos no son los únicos parias, los profesores y el decano son aún más extravagantes que ellos. Cabe mencionar al Señor Chang(Ken Jeong) quien comienza como un tiránico profesor de español y pasa a ser estudiante, guardia de seguridad, amnésico, genio criminal, hasta accionista de la cadena Subway a través de las temporadas. Siempre traicionero, furtivo, sinvergüenza e indigno de confianza pero uno de los más chistosos antagonistas de la historia de la televisión.
El otro personaje que merece mención es el Decano Pelton (Jim Rash), quien comienza siendo un personaje secundario pero por sus terribles ideas y su vasto guardarropa temático, se gana un rol principal conforme el paso de la serie.
La serie es beneficiada por la libertad creativa del equipo de guionistas, ya que tienen acceso a muchas locaciones y no están atados a un estudio. También juegan con los formatos de cada episodio: hay un capítulo navideño realizado en stop-motion y otro donde son un videojuego de 8-bits.
Para hacerle justicia, hablaré de uno de sus mejores episodios: “Epidemiología” (Temporada 2 episodio 6).
Hay una fiesta de disfraces durante la noche de Halloween en la universidad. Los alumnos, disfrazados. disfrutan raciones militares —que el decano adquirió en una tienda de excedentes del ejército—, mientras escuchan un ciclo eterno de éxitos de ABBA mezclados con las notas de voz del decano que no sabe configurar su iTunes.
Los alumnos empiezan a sufrir dolores estomacales, sudores y fiebre, hasta convertirse en zombis que atacan a los demás alumnos. El decano, para impedir una catástrofe mayor, los encierra en la universidad hasta que lleguen las autoridades. Nuestros protagonistas deben de refugiarse para salvar su pellejo.
Zombis y ABBA suena a una mezcla extraña, pero funciona de maravilla. Esta serie hace un gran manejo del concepto dramático de la suspensión de la incredulidad, donde el espectador voluntariamente suspende su juicio crítico y lógico para creer algo improbable por el afán del disfrute. Cabe mencionar que es un elemento esencial de la serie.
Community es una gran sátira de la sociedad estadounidense y de su cultura pop. Toda la serie, las seis temporadas, se puede encontrar en el servicio de Amazon Prime.
En Alta Fidelidad se las recomendamos para obtener un rato de carcajadas y sonrisas.