por Paty Rodríguez
[av_dropcap1]T[/av_dropcap1]ragedia en el mundo de la música: el genio detrás de The Cars, Ric Ocasek (75 años), fue encontrado sin vida el día de ayer en su departamento. Sin embargo, el legado que dejó con nosotros es digno de la inmortalidad.Por su energía y emotividad tan grandes y especiales, la música de The Cars y las producciones a cargo de Ocasek han logrado trascender, conquistar la radio, la televisión y las listas de popularidad; han logrado formar parte de la vida de la mayoría de nosotros, hayamos vivido en los ochenta o no. Hoy, exploraremos la figura de Ric Ocasek, la creación de The Cars y algunas de sus grandes creaciones.
Ric nació en Baltimore, un 24 de marzo de 1944. Se sabe que su interés por la música nació principalmente en la adolescencia cuando lo conquistaron músicos como Buddy Holly y The Crickets. En los sesenta, Ric conoció a una fundamental en su vida artística: el guitarrista Ben Orzechowski, quien después se cambiaría el nombre a Benjamin Orr. A inicios de los 70, se mudaron a Boston para formar parte de una banda llamada Milkwood, que lanzó un álbum en 1973. El material terminó siendo un fracaso y pasó completamente desapercibido, lo cual llevó a la separación de la banda.
Tras la disolución de Milkwood, y después de formar parte de otras bandas que no duraban mucho, Ric y Benjamin formaron por su cuenta un nuevo proyecto llamado Richard and the Rabbits. Hacia 1976, ya se habían unido a la nueva banda el teclista Greg Hawkes, el guitarrista Elliot Easton y el baterista David Robinson. Fue así como se formó The Cars, nombre que adoptaría la banda por sugerencia de David. Y aunque el sentido estético de éste tenía una fuerte influencia en la imagen de la banda, el líder indiscutible era Ric, pues todas las canciones de la banda eran de su autoría.
La actividad más intensa de The Cars comenzó en 1977, año en que la banda ofreció una serie de presentaciones a lo largo de Nueva Inglaterra, además de grabar sus primeros tracks. Entre ellos, se encontraba “Just What I Needed”, canción que era un éxito en los conciertos y que pronto se colocó entre las más pedidas de las estaciones de radio en Boston. Este éxito llamó la atención de la discográfica Elektra, y bajo su sello, fue lanzado el álbum debut homónimo de la banda: The Cars. Ric, además del compositor de la banda, era también su principal rostro.
El primer álbum alcanzó el número 18 en la lista Billboard 200 y algunas canciones como “My Best Friend’s Girl”, “Good Times Roll” y “Moving in Stereo” catapultaron a The Cars hacia el estrellato. El segundo álbum, Candy-O, alcanzaría una popularidad aún mayor: esta vez, el tercer lugar en la lista de Billboard. Hasta entonces, el estilo era mucho más proclive al rockabilly, a un pop con tintes rockeros en las guitarras. Sin embargo, entrando los ochenta, el sonido empezó a cambiar: más sintetizador, más experimentación. La banda se iba adaptando al espíritu de la época.
Ric, al mismo tiempo que era la figura principal de The Cars, trabajaba también como productor en la música de otros grades artistas, como Iggy Pop, Suicide y Bad Brains. También lanzó su propio álbum en 1982, Beatitude, con canciones tan grandes (y no siempre tan valoradas) como “Prove” o “I Can’t Wait”. Dos años después, Ric vería la cima de la fama con el álbum más exitoso de The Cars, Heartbeat City. Y cómo no va a ser memorable este material si contiene “Drive”, una de las canciones más bellas y emotivas de todo el pop.
Aunque The Cars se separó en 1988, hubo algunas reuniones posteriores. Para entonces Ric ya se había convertido en una de las figuras más importantes en la industria musical, y aunque sus trabajos solistas no fueron tan exitosos, su trabajo y sus colaboraciones siempre fue muy valoradas por otros artistas de gran importancia, como Weezer y No Doubt.